Gwyneth Paltrow, sobre el envejecimiento de las mujeres: ¡°Hay un doble rasero¡±

Gwyneth Paltrow vuelve a ser noticia, pero lejos de ser por la propia industria de Hollywood, ha querido abordar un tema de g¨¦nero, hablando del envejecimiento de las mujeres y los problemas que ello conlleva, y es que son varias las actrices que han sufrido cr¨ªticas ¡°machistas¡± por el simple hecho de tener arrugas, como le ocurri¨® a Sarah Jessica Parker.

De ello ha querido hablar ahora Paltrow en una entrevista concedida a ¡®British Vogue¡¯, se?alando que hay un gran ¡°problema cultural¡± con las mujeres que tienen m¨¢s de 50 a?os. ¡°?No es nuestro problema! Como mujeres, queremos estar sanas, queremos envejecer¡±, ha comenzado explicando.

La actriz y tambi¨¦n empresaria ha mostrado su enfado con aquellos que critican a las mujeres por su envejecimiento: ¡°Esta idea de que se supone que tenemos que estar congeladas en el tiempo es muy extra?a¡±, y es que el problema es a nivel social en su opini¨®n, pues se les exige cumplir con unos c¨¢nones de belleza, y son las m¨¢s castigadas por hacerse mayores.

Adem¨¢s, no ha dudado en mostrar su apoyo y admiraci¨®n por otras personalidades que han defendido esta misma idea y que ¡°abrazan el envejecimiento¡±, como la actriz Andie MacDowell, quien anteriormente se?al¨® que no se iba a te?ir, sino que iba a conservar sus ¡°bonitos rizos grises¡±.

Gwyneth Paltrow expone adem¨¢s la diferencia que existe entre el envejecimiento en hombres y en mujeres, o al menos en c¨®mo se ve desde fuera. Y es que mientras resulta ¡°precioso¡± ver c¨®mo los hombres se hacen mayores, las mujeres se enfrentan a cr¨ªticas y preguntas como: ¡°?Qu¨¦ vas a hacer con tus arrugas y tu piel envejecida?¡±. ¡°Definitivamente hay un doble rasero, queremos envejecer¡±, ha a?adido la actriz.

Y es que ¨¦sta incide de nuevo en que cada mujer debe envejecer como quiera: ¡°Creo que queremos ser ejemplos de c¨®mo se puede envejecer. Cada mujer debe hacerlo como quiere hacerlo. Algunas mujeres quieren abordar cada cosa est¨¦ticamente, y algunas mujeres quieren ser una fabulosa abuela francesa que nunca se hace nada. Todo el mundo deber¨ªa estar facultado para hacerlo como quiera¡±.