Separaci¨®n afectiva: el tipo de relaci¨®n de Mar¨ªa Jes¨²s Montero tras casarse en un colegio

Despu¨¦s de haber tenido a protagonistas de la talla de Pepe Mujica, Dani Mart¨ªn, Gabriel Rufi¨¢n o Mala Rodr¨ªguez, ¡®Lo de ?vole¡¯ se enfrenta este domingo a uno de los programas m¨¢s esperados de la temporada. El periodista catal¨¢n hablar¨¢ con la mano derecha de Pedro S¨¢nchez, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, en un momento en el que el PSOE est¨¢ en el foco por el presunto caso de corrupci¨®n de quien fuera ministro de Transportes, Jos¨¦ Luis ?balos.

La vicepresidenta del Gobierno y secretaria general del PSOE de Andaluc¨ªa, lo que implica que ser¨¢ la siguiente rival en las urnas del presidente Juanma Moreno, es una persona muy vinculada a su tierra y a su Sevilla natal. M¨¢s concretamente a uno de sus barrios m¨¢s ilustres, Triana.

Como muchos de sus vecinos, Montero tiene una fuerte creencia religiosa. Una convicci¨®n que chocaba bastante con su convicci¨®n comunista y con quien terminar¨ªa siendo su marido, Rafael Ib¨¢?ez, un estudiante de Derecho con las mismas inquietudes pol¨ªticas que ella (terminar¨ªa militando en Izquierda Unida y siendo diputado en el parlamento andaluz).

La pareja contrajo matrimonio por lo religioso porque para Montero era importante ¡°celebrar un matrimonio cristiano¡±, tal y como expres¨® Ib¨¢?ez en una entrevista en ¡®LOC¡¯. Sin embargo, rehuyeron de las iglesias y lo festejaron en un colegio concertado del barrio. Juntos estuvieron 30 a?os y tuvieron dos hijas en com¨²n.

En 2019, Montero y Rafael se separaron de mutuo acuerdo. El mismo protagonista, en la citada entrevista, defini¨® su situaci¨®n sentimental como una ¡°separaci¨®n afectiva¡±. Un concepto que implica que, pese a que se acabara el amor, los dos mantengan una buena relaci¨®n y remen en favor de sus hijas, que siguen estudiando en Sevilla mientras que ¨¦l vive en C¨®rdoba. Se desconoce si han llegado a firmar los papeles del divorcio.

Los pormenores de la ¡®separaci¨®n afectiva¡¯

La separaci¨®n afectiva, tambi¨¦n conocida como divorcio emocional, es una separaci¨®n oficiosa que no necesita de cauces legales para terminar de concretarse. De hecho, los sentimientos que terminan derivando en ella suelen aparecer antes de que el divorcio en s¨ª mismo se concrete.

La pareja se empieza a percibir como unos compa?eros de piso m¨¢s que como una pareja. A nivel emocional existe desapego y una desconexi¨®n importante. Las conversaciones se vuelven superficiales, hay menos intimidad f¨ªsica y los conflictos no dejan de aparecer, en parte, porque nunca se terminan de resolver.

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