As¨ª ser¨¢n las cocinas del futuro: no desaparecer¨¢n, evolucionar¨¢n
La Asociaci¨®n de Mobiliario de Cocina expone las razones que demuestran el papel importante que las cocinas seguir¨¢n teniendo en los hogares del futuro.


Hay espacios en casa que van mucho m¨¢s all¨¢ de su funci¨®n. La cocina es uno de ellos. Es el lugar donde se comparten historias, se crean recuerdos y se cultivan h¨¢bitos que cuidan de nosotros y de los nuestros. Y m¨¢s a¨²n si hablamos de la buena cocina hecha en casa, esa que huele a tiempo, a ingredientes reales y a cari?o. Esa que representa mucho m¨¢s que una comida: es salud, es ahorro, es cuidado, es memoria, es eficiencia y comodidad.
Un lugar especial que, pese a las especulaciones acerca de su futuro al respecto del auge de la comida preparada o el delivery, ser¨¢ siendo un espacio imprescindible en los hogares del futuro, tal como opinan desde la Asociaci¨®n de Mobiliario de Cocina (AMC) y las marcas que la integran.
¡°La cocina es y seguir¨¢ siendo el coraz¨®n del hogar, un espacio de convivencia, creatividad y bienestar. No es solo un lugar donde se preparan alimentos, es un s¨ªmbolo de estilo de vida¡±, se?alan para AS desde la AMC. ¡°Las cifras y la realidad apuntan a un futuro diferente. Lo que vemos es una transformaci¨®n: cocinas m¨¢s compactas o integradas, adaptadas al estilo de vida actual¡±.
Los motivos
Para la asociaci¨®n, el mercado de cocinas no muestra se?ales de agotamiento. En los ¨²ltimos a?os, el sector ha crecido a un ritmo superior al 6%, y sigue atrayendo inversi¨®n tanto nacional como internacional. ¡°Hay un renovado inter¨¦s por la cocina como espacio de dise?o, innovaci¨®n y valor inmobiliario¡±, afirma Sebasti¨¢n Acedo, director de AMC.
Adem¨¢s, cabe resaltar que la cocina ha pasado de ser un espacio aislado a convertirse en el coraz¨®n de muchas viviendas, integr¨¢ndose con el sal¨®n o el comedor. Ha dejado de ser simplemente un lugar para preparar alimentos y se ha transformado en un espacio multifuncional donde se socializa, se trabaja y se vive. La configuraci¨®n puede cambiar, pero el espacio como tal seguir¨¢ existiendo.

Por otro lado, reconocen que es una realidad que el consumo de platos preparados ha crecido. Seg¨²n datos de Kantar, en los ¨²ltimos dos a?os ha aumentado un 48% y cerca de ocho millones de consumidores recurren a este tipo de productos con un promedio de seis compras al a?o. Pero eso no significa que todos los hogares renuncien a cocinar. La cocina de ensamblaje (donde se combinan productos semielaborados) convive con la cocina tradicional y ambas requieren un espacio habilitado para ello.
De hecho, en un contexto de creciente preocupaci¨®n por lo que comemos, la comida del hogar se convierte en el espacio m¨¢s fiable para cuidar nuestra salud. Cocinar en casa nos da el control sobre los ingredientes, las t¨¦cnicas, las cantidades y los tiempos. Nos permite adaptar la alimentaci¨®n a nuestras necesidades y valores. Cocinar en casa es sin¨®nimo de comer con conciencia, con responsabilidad y, sobre todo, con confianza.
Adem¨¢s, cocinar en casa puede ser entre 3 y 5 veces m¨¢s barato que comer fuera o pedir comida preparada. Por tanto, preparar nuestros propios alimentos no solo es m¨¢s saludable, tambi¨¦n es m¨¢s sostenible econ¨®micamente. Adem¨¢s, la t¨¦cnica del batch cooking (cocinar varias comidas de una vez) puede suponer un ahorro de hasta el 30% del presupuesto anual en alimentaci¨®n.
Una cocina bien equipada, funcional y pensada para el d¨ªa a d¨ªa permite planificar mejor, reducir el desperdicio y optimizar los recursos. En t¨¦rminos de eficiencia energ¨¦tica, con el paso del tiempo, las cocinas han ido incorporando nuevas tecnolog¨ªas que las hacen m¨¢s eficientes, ayudando a reducir el consumo energ¨¦tico y el gasto dentro del hogar. Desde electrodom¨¦sticos inteligentes hasta soluciones de automatizaci¨®n o ahorro de agua, la cocina es y seguir¨¢ siendo una aliada del ahorro, sin renunciar a la calidad.
Epicentro del hogar
Las cocinas de hoy ya no son solo espacios de trabajo, son el escenario donde ocurren los momentos m¨¢s importantes del d¨ªa a d¨ªa del hogar. Donde desayunamos en familia, tomamos decisiones importantes, improvisamos cenas con amigos o celebramos una buena noticia. Pero tambi¨¦n donde teletrabajamos, ayudamos con los deberes o disfrutamos de una sobremesa sin reloj. Se consolida como un espacio de relaci¨®n, ocio y conexi¨®n emocional. Cada vez m¨¢s, la cocina se integra con el resto de la vivienda. Su dise?o abierto y polivalente responde a las nuevas din¨¢micas familiares, donde los espacios se mezclan, se comparten y se adaptan a nuestras vidas reales.
Adem¨¢s, cocinar es una forma de autocuidado, es tiempo para uno mismo. La cocina se ha consolidado como un verdadero espacio de bienestar emocional: un lugar donde se fomenta la creatividad, se fortalecen los v¨ªnculos afectivos y se encuentra equilibrio en medio del ritmo diario. Adem¨¢s, y de acuerdo con un estudio en el Journal of Positive Psychology se demostr¨® que quienes cocinan o realizan actividades creativas reportan m¨¢s felicidad y motivaci¨®n al d¨ªa siguiente. La cocina nos permite reconectar con nuestros sentidos, con el presente, con lo esencial. Para muchos, es casi una forma de meditaci¨®n: pelar, cortar, mezclar, oler¡, cocinar tambi¨¦n es cuidarnos.
Nada en nuestra vida permanece exactamente igual con el paso del tiempo, y las cocinas no son la excepci¨®n. La idea de cocina que conocemos hoy ser¨¢ diferente dentro de 25 a?os, pero eso no significa que vaya a desaparecer. Todo lo contrario: se transforman para adaptarse a nuestras nuevas formas de vivir. De acuerdo con la asociaci¨®n, las cocinas del presente est¨¢n dise?adas para facilitarnos el d¨ªa a d¨ªa y continuar haci¨¦ndolo porque incluyen m¨¢s tecnolog¨ªa, electrodom¨¦sticos inteligentes, soluciones funcionales y espacios vers¨¢tiles que hacen del acto de cocinar algo m¨¢s ¨¢gil, c¨®modo y accesible. Las cocinas est¨¢n en constante evoluci¨®n para seguir a nuestro lado, acompa?ando nuestros ritmos sin perder su esencia.
Podemos pedir comida a domicilio, podemos comer fuera, podemos incluso tener semanas en las que apenas encendemos los fogones. Pero lo verdaderamente valioso es saber que, cuando queramos, siempre podremos volver a nuestra cocina. Porque tener una cocina no es solo tener un lugar donde preparar alimentos. Es tener la opci¨®n de cuidarnos, de compartir, de crear. Es tener el control, la libertad y el derecho a decidir c¨®mo y qu¨¦ comemos.
Una casa sin cocina puede ser funcional, s¨ª. Pero no se siente como un hogar. Cocinar es mucho m¨¢s que una tarea dom¨¦stica: es una forma de vivir, de sanar, de conectar, de recordar y de amar. En la Asociaci¨®n de Mobiliario de Cocina (AMC) lo tienen claro, ¡°las cocinas van a seguir evolucionando con nosotros. Estamos seguros de que en los pr¨®ximos 25 a?os veremos c¨®mo la tecnolog¨ªa, la sostenibilidad y el dise?o seguir¨¢n transformando nuestras cocinas como hasta ahora. Pero su esencia no cambiar¨¢: seguir¨¢n siendo el alma del hogar, el lugar donde se cocina mucho m¨¢s que comida. Se cocinar¨¢n relaciones, recuerdos y rutinas que nos acompa?ar¨¢n toda la vida¡±.
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