Encontronazo entre Gonzalo Mir¨® y Gema L¨®pez por Kate Middleton: ¡°Vete a fumar un cigarrito¡±

Todav¨ªa colea, y no hay previsi¨®n ni lectura de mano que vaticine un pronto silencio en cuanto al asunto, la pol¨¦mica fotograf¨ªa manipulada por Kate Middleton, motivada por la bomba de humo que ha hecho de la esfera p¨²blica y amparada por el ocultismo que desde hace meses se cierne sobre la Casa Real brit¨¢nica. El revuelo se ha colado este viernes por la ventana de Espejo P¨²blico en forma de tema central para los tertulianos del espacio matinal, causando, al mismo tiempo, un inc¨®modo momento entre Gema L¨®pez y Gonzalo Mir¨®.

La colaboradora del formato presentado por Susanna Griso hab¨ªa iniciado su intervenci¨®n aportando nuevos datos sobre la salud de la princesa de Gales, quien se someti¨® a una operaci¨®n abdominal el pasado mes de enero y cuya recuperaci¨®n se est¨¢ llevando a cabo en la m¨¢s taciturna de las discreciones. Tambi¨¦n hac¨ªa L¨®pez hincapi¨¦ en la sensaci¨®n que sobrevuela la sociedad inglesa y c¨®mo un reflejo de esta intranquilidad puede ser, por ejemplo, la retirada de la figura de Kate de muchas tiendas de recuerdos que basan sus productos en la Casa Real. Entonces aparec¨ªa el ingenio de Mir¨®: ¡°A lo mejor est¨¢ agotada¡±.

Entonces inici¨® un tenso toma y daca. ¡°Puede ser, pero tambi¨¦n ser¨ªa llamativo que est¨¦ agotada por este motivo¡±, replic¨® L¨®pez, a lo que su contertulio simplemente respondi¨®: ¡°No ser¨ªa lo mismo¡±. La indignaci¨®n se apoderaba de la periodista y, como quien tira la toalla, apunt¨® directamente a Mir¨®: ¡°??l, como siempre, desinflando el globo!¡±. ?l insisti¨® en que, tal vez, hab¨ªa una gran demanda de figuritas de Kate Middleton hasta que L¨®pez decidi¨® abandonar y se levant¨® del sof¨¢, lo que supuso una pelota en bandeja para Mir¨®, que sopl¨® por un tubo un dardo venenoso: ¡°Vete a fumar un cigarrito¡±.

Pero ella no estaba dispuesta a pasar por ah¨ª. ¡°Esc¨²chame. A m¨ª, con cuidadito y respetito, ?eh! Eso de ¡®vete a fumar un cigarrito¡¯... Con mucho respetito¡±, asever¨®, con tono serio y un dedo apuntando al tertuliano. Minutos despu¨¦s, todo se resolvi¨® y no qued¨® m¨¢s que en el difuso recuerdo de un enganch¨®n que termin¨® en an¨¦cdota.

El origen de la pulla: las restricciones en las zonas de fumadores

Fue esta la segunda parte de una discusi¨®n que ya mantuvieron tres d¨ªas antes. Entonces puso sobre la mesa Griso el asunto del tabaco y las nuevas medidas del Gobierno para restringir las zonas de fumadores. Ah¨ª empezaron a separarse los caminos de una y otro: ella se opon¨ªa a que se privase el derecho a fumar en una terraza y ¨¦l acus¨® la mala ¨¦tica de los fumadores.

¡°Os est¨¢is poniendo en un lugar en el que vuestra moralidad os impide fumar cuando molest¨¢is a los dem¨¢s, pero es que no todo el mundo es as¨ª¡±, dijo Mir¨®, provocando que L¨®pez le lanzase, consumida por la energ¨ªa del desacuerdo, una pregunta quiz¨¢ sin respuesta: ¡°?Pero qu¨¦ parte de la calle es tuya y cu¨¢l es m¨ªa? ?D¨ªmelo!¡±. ?l quiso destensar y explic¨® que ¡°lo que se busca con estas medidas es que el fumador se perjudique ¨¦l solo y no a los dem¨¢s¡±. Pero no sirvi¨® de mucho.

¡°Yo no tengo por qu¨¦ estar en una terraza aguantando el humo del que est¨¢ al lado porque este tenga un vicio que a m¨ª me perjudica¡±, a?adi¨® Mir¨®, a lo que la periodista respondi¨®: ¡°Pues delimitemos tu derecho y el m¨ªo. Si hay terrazas, delimitemos una zona para ti y otra para m¨ª¡±. El debate fue escalando en tensi¨®n, alcanzando gritos en plat¨®, hasta que, consumida por los nervios, L¨®pez se levant¨® diciendo lo siguiente: ¡°En fin, me voy a fumar un cigarrito¡±. De ah¨ª la pulla cuando se hablaba de las desaparecidas figuritas de Kate Middleton.