¡®El Yoyas¡¯ pide a Pedro S¨¢nchez ¡°el indulto o la amnist¨ªa¡± y ¡°condonar¡± su deuda con Hacienda

Cuando Carlos Navarro ingres¨® a la casa de Guadalix de la Sierra como concursante de Gran Hermano 2, all¨¢ por marzo de 2001, seguramente no imaginaba vivir, dos d¨¦cadas despu¨¦s, como un ermita?o fugado de la justicia en un bosque. El que fuera el primer expulsado de aquella edici¨®n fue, hace poco m¨¢s de un a?o, requerido por el Juzgado de Paz de Vilanova del Cam¨ª para que ingresase de manera voluntaria en prisi¨®n. Su pena ascend¨ªa a 5 a?os y 8 meses. El motivo, un delito de maltrato continuado hacia su ex mujer y sus dos hijos.

El condenado hizo caso omiso y, tras emitirse una orden de b¨²squeda y captura, huy¨® a un bosque. Y all¨ª permanece, asomando de cuando en cuando a la opini¨®n p¨²blica a trav¨¦s de declaraciones a ciertos periodistas que conocen su paradero. Uno de los rotativos que ha podido internarse en el frondoso ramajeo de su vida actual ha sido El Mundo, que, tras hacerlo en una primera ocasi¨®n para concederle la oportunidad de contar su historia, ha vuelto a hacerlo. Esta ventana al exterior ha sido aprovechada por el ¡®Yoyas¡¯ para enviar un mensaje directo a Pedro S¨¢nchez.

Tal y como recoge el citado medio, Navarro ha pedido ¡°el indulto o la amnist¨ªa¡± al l¨ªder del Ejecutivo. Parece que su exilio intrafronterizo no ha impedido que el eco de la actualidad llegase a sus o¨ªdos y, tras enterarse de las concesiones que el PSOE ha acordado con Junts para dar luz verde a su investidura, ha decidido probar suerte y apelar al secretario general socialista para ver si puede obtener un destino similar. A este respecto ha a?adido otra solicitud: la de ¡°condonar¡± sus deudas con Hacienda. Sin embargo, no se espera que vaya a haber respuesta alguna a sus peticiones.

El calvario de Fayna Bethencourt

El mismo d¨ªa que brota esta informaci¨®n ha tenido lugar una aparici¨®n de su expareja, Fayna Bethencourt, quien ha aprovechado el plat¨® de En boca de todos para enviar otro mensaje direcci¨®n Congreso de los Diputados. En este caso, a Fernando Grande-Marlaska, a quien ha pedido que ¡°se escuche a todas las mujeres maltratadas¡±, insistiendo en que no puede ocurrir que se grite ¡°a los cuatro vientos¡± que las v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero viven en un ambiente de seguridad cuando, sentencia, ¡°no es as¨ª¡±.

¡°S¨®lo hay una b¨²squeda pasiva, no activa. Esto significa que solo lo pueden localizar si lo pillan en alg¨²n control donde tendr¨ªa que ense?ar su documentaci¨®n¡±, ha detallado Bethencourt, quej¨¢ndose acerca de la poca acci¨®n que se desarrolla en la persecuci¨®n del condenado. El sufrimiento de ella ha quedado patente con una frase que ha servido de culmen al retrato de su intranquilidad: ¡°sigo sintiendo que va a acabar conmigo¡±.