El radical cambio de Kevin Sorbo: de ¡®H¨¦rcules¡¯ a estar vetado de Hollywood por cristiano y conservador

Los noventa fueron una d¨¦cada tan peculiar como prestigiosa para Hollywood, que culmin¨® la libertad cinematogr¨¢fica en un mar de cintas VHS que llenaban aquellos videoclubs de boybands escaparate, ¨¦xitos navide?os de cuento y chimenea y cine de acci¨®n barat¨ªsimamente entretenido. Fue la puerta grande que muchos actores atravesaron para convertirse en leyendas con fecha de caducidad. Uno de esos rostros que se hicieron inmortales ¡ªen la pantalla parec¨ªan tocados por la varita del deus ex machina¡ª fue el de Kevin Sorbo, quien protagoniz¨® la llegada del hijo de Zeus a la Costa Oeste norteamericana.

Entre 1994 y 1999 tuvo lugar su Olimpo particular. La serie de filmes H¨¦rcules: sus viajes legendarios le convirtieron en un cl¨¢sico instant¨¢neo y auparon su candidatura al papel de capit¨¢n Dylan Hunt en Andr¨®meda, rol que desempe?¨® entre 2000 y 2005. Una d¨¦cada dur¨® su bonanza en la ciudad de las estrellas. Y poco a poco, como hacen los cuerpos celestes del universo real y astron¨®mico, se fue apagando. Sigue al pie del ca?¨®n, pero su relevancia medi¨¢tica se antoja tan lejos que parece que fue en otra vida cuando ese actor se convirti¨® en uno de los mejores pagados de la escena. Y casi es as¨ª. Las ¨²ltimas portadas que ha ocupado no han sido por su interpretaci¨®n, sino por las pol¨¦micas que arrastra un f¨¦rreo pensamiento sustentado por tres pilares. El conservadurismo, el cristianismo y el resurgimiento de la masculinidad en la industria.

Del Olimpo cinematogr¨¢fico a una trastienda de Los ?ngeles

Ha sido este mes de septiembre cuando el actor ha emitido un ensayo en Fox News en el que recog¨ªa su convencida doctrina. El t¨ªtulo no deja dudas del contenido. Hagamos que Hollywood vuelva a ser varonil. El actor basa su manifiesto en el predominio de aquellas cintas en las que las mujeres son quienes mandan, relegando a los hombres a un puesto casi de servidumbre que busca constantemente reforzar el pensamiento de que las f¨¦minas son independientes y superiores. ¡°¡®?Dejar la salvaci¨®n del mundo en manos de los hombres? ?No lo creo!¡¯, brome¨® Elasticgirl en Los Incre¨ªbles, de Pixar, en 2004... Y desde entonces la feminista Hellen Parr ha definido un esp¨ªritu antihombres en Hollywood¡±, arranca su pol¨¦mico escrito.

A fin de cuentas, juzga el actor, se trata de un problema de brillar tapando a los dem¨¢s. ¡°Dondequiera que miremos, mujeres audaces, confiadas y seguras de s¨ª mismas eclipsan a los hombres pasivos, que pasan silenciosamente a un segundo plano. Se quedan en el s¨®tano. En el pasado¡±, afirma Sorbo, que ejemplifica con la paternidad la crisis que, reflexiona, atraviesa la ¨¦tica hollywodiense. ¡°Los padres, en particular, se han convertido en el blanco de todos los golpes. Ahora se muestran a idiotas torpes e in¨²tiles que no aportan nada a sus familias¡±, califica, a punto de activar la bomba ret¨®rica: ¡°?ser¨¢ que Hollywood le teme a los hombres buenos? Esos que nos gustar¨ªa que nuestros hijos emularan y que nuestras hijas se interesaran por salir con ellos¡±.

La ra¨ªz del problema, el quid que ha hecho que ¡°los hombres hayan sido conquistados¡±, son los vicios. ¡°Hemos sido sometidos por el alcohol, las drogas, los videojuegos, la pornograf¨ªa y otros entretenimientos. Si eres v¨ªctima de tus propios deseos, la cultura feminista ha ganado¡±, dice. Esto debe combatirse, seg¨²n su manifiesto, elev¨¢ndose por encima de la sociedad y los medios, convirti¨¦ndose en ¡°el l¨ªder servidor que su familia y su comunidad tan desesperadamente necesita¡±. Esta es la puerta que denuncia que Hollywood ha cerrado. Como si todav¨ªa perdurasen sus poderes herc¨²leos, ahora sin capa y a lomos de la pol¨¦mica, proclama: ¡°?y los ni?os necesitan h¨¦roes!¡±.

Sus palabras han destapado los entresijos de su ideolog¨ªa. Asegura que su pensamiento ha provocado que las productoras lo desplacen a una especie de averno reconvertido en trastienda de Los ?ngeles. ¡°Me pusieron en una lista negra y fue triste para m¨ª. Mi manager me dijo ¡®ya no podemos conseguirte trabajos porque eres cristiano y conservador¡¯. Hollywood te pide tolerancia y libertad de expresi¨®n, pero eso solo tiene un sentido ¨²nico y es una l¨¢stima¡±, dej¨® caer en forma de quejido en una de las ¨²ltimas entrevistas que ha concedido. Con todo, Sorbo sigue sacando pel¨ªculas. Este mismo a?o participar¨¢ en una biopic sobre Ronald Reagan, quien empez¨® como actor y luego bes¨® el cielo. Proceso que recorri¨® a la inversa aquel personaje que un d¨ªa se entreg¨® a las pantallas como el hijo del m¨¢s grande de los dioses griegos.