El look ¡®rural¡¯ de R¨²ben Dias y la mofa de Jo?o F¨¦lix: ¡°Ma?ana a las once para arreglar mi jard¨ªn¡±

Portugal se concentra, la moda se reinventa y el ingenio se despierta. El par¨®n de selecciones ha echado el candado a las ligas nacionales y, durante dos semanas, la llave se mantendr¨¢ fragmentada en una suerte de encuentros internacionales que dinamizar¨¢n los conjuntos de cara a los partidos que en verano se transformar¨¢n, si hay suerte y buenos resultados, en un trofeo. La Portugal de Roberto Mart¨ªnez lo sabe bien: diez victorias de diez posibles respaldan su candidatura para la Eurocopa. A la preparaci¨®n del magno trofeo del Viejo Continente han llegado los jugadores lusos con la ilusi¨®n tatuada en el rostro y, algunos, la moda impresa en sus prendas.

Ha aunado estos dos elementos R¨²ben Dias. El defensa del Manchester City ha publicado en Instagram un carrusel de im¨¢genes en las que se le ve llegando a la concentraci¨®n, entrenando y realizando diferentes ejercicios correspondientes a la preparaci¨®n de los dos amistosos que jugar¨¢ la selecci¨®n ¡ªcontra Suecia el pr¨®ximo 21 de marzo y contra Eslovenia cinco d¨ªas despu¨¦s¡ª.

Un peto singular

De todas las fotograf¨ªas ha llamado la atenci¨®n la primera. No hay bal¨®n de por medio, ni petos, ni conos que sortear; s¨®lo Dias con una bolsa y ataviado con un peto marr¨®n, un peto singular, que decide abrocharse con un tirante s¨ª y con otro no. ¡°?De vuelta a nuestro equipo!¡±, escrib¨ªa el luso, ignorando, quiz¨¢, que los comentarios iban a escapar por otros derroteros muy alejados de lo futbol¨ªstico.

Un enjambre de palabras y no de abejas se ha formado en la publicaci¨®n, encabezado por Jo?o F¨¦lix y Andr¨¦ Silva, cuyo zumbido no es otro que el del ingenio y la mofa. ¡°?Lo intentas bien!¡±, dejaba por escrito el futbolista del Barcelona, que a?ad¨ªa sutilmente: ¡°Ma?ana a las 11 para arreglar mi jard¨ªn¡±.

El delantero de la Real Sociedad us¨® la misma estrategia. Primero halag¨®, luego pic¨®. ¡°?Espect¨¢culo! Pr¨¦stame el martillo y los alicates¡±, vacil¨®. En realidad, la caja de comentarios es una especie de tormenta de oficios que parece sacada de una sopa de letras en la que se pide al lector de un peri¨®dico que extraiga varias ¡ªdecenas¡ª de profesiones que, bien en el imaginario colectivo, bien en la realidad de su labor, incluyan un peto como vestimenta. A F¨¦lix le parece un jardinero; a Silva, un carpintero. Alguno habr¨¢ que le ponga de apicultor alcarre?o.