El llamamiento de Mercedes Mil¨¢ para las elecciones europeas: ¡°Estamos corriendo peligro¡±

La cita electoral de este domingo, que tiene como consecuencia directa la formaci¨®n del Parlamento Europeo, coincide en el tiempo con la misma semana en la que se cumplen 80 a?os del Desembarco de Normand¨ªa, operaci¨®n vital en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial para la victoria de los Aliados sobre las Potencias del Eje, y se presenta, quiz¨¢, en el escenario m¨¢s convulso que vive el planeta desde el final de la Guerra Fr¨ªa.

El futuro del Viejo Continente pasa por las urnas en unos comicios que, dentro de las fronteras espa?olas, est¨¢n registrando unos datos tan bajos de participaci¨®n que contradicen absolutamente la unicidad del contexto que atraviesa la Uni¨®n. Esto, sumado a las previsiones del crecimiento de las extremas derechas y la irrupci¨®n de ¡®Se Acab¨® la Fiesta¡¯, ha provocado el llamamiento de algunas personas a frenar lo que consideran una ola de odio en el continente. Entre ellos, Mercedes Mil¨¢, que comparte a trav¨¦s de su cuenta de Instagram una imagen de aquella princesa que da nombre a las tierras donde hoy se vota para advertir de los riesgos que corre su devenir.

La tradici¨®n grecolatina como espejo del presente

¡°Europa fue una princesa fenicia bell¨ªsima. Zeus, el m¨¢s poderoso, hizo lo imposible por conseguirla pero no lo logr¨® y tuvo que inventarse una artima?a: se convirti¨® en un toro blanco y manso que se mezcl¨® con facilidad en un reba?o de vacas y triunf¨®¡±, inicia la veterana periodista, que pretende encerrar en el antiguo relato grecolatino una moraleja que sirva como espejo del presente pol¨ªtico: ¡°Europa le acariciaba y le ten¨ªa plena confianza. Cuando se dio cuenta de la jugada, arranc¨® hacia el mar montada en su toro blanco sin darse cuenta de c¨®mo acabar¨ªa su vida¡±.

Su mensaje es, en realidad, un grito que busca para abrir los ojos de aquellos que lo lean. ¡°Os hablo as¨ª de Europa porque estamos corriendo peligro. Lo corremos m¨¢s ahora que en los 70 a?os que han pasado desde el final de la Segunda Guerra Mundial¡±, expone. Siendo esta la coyuntura, dice, ¡°cada uno de nosotros, los europeos, tenemos un voto en la mano y con ¨¦l podemos evitar el mal¡±.

A fin de cuentas, afirma Mil¨¢, de eso se trata la democracia y en eso consiste aplicada a nuestra realidad. ¡°Evitar que nuestra Europa caiga en manos de quienes odian todo lo que hemos conseguido para ser libres y poder disfrutar de los derechos que ahora tenemos¡±, sintetiza. Despu¨¦s culmina el llamamiento con dos frases que enlazan las dos esencias del texto ¡ªla responsabilidad hist¨®rica y el deber moral¡ª: ¡°Votemos, no dejemos de hacerlo. Utilicemos nuestra fuerza¡±.

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