CINE
El d¨ªa en el que Martin Scorsese casi se retira del cine
El afamado director de cine tuvo varios encontronazos personales con Harvey Weinstein, fundador de Miramax, durante ¡®Gangs of New York¡¯ y ¡®El aviador¡¯.
Entr¨® a la industria norteamericana de la misma forma en la que se desarrollan los negocios de sus personajes. Rompiendo la puerta, la ventana, la contraventana y la pared. Los filmes de Martin Scorsese son parte inseparable de la historia del s¨¦ptimo arte. Irrumpi¨® en la escena del Nuevo Hollywood, aquella ¨¦poca de los setenta donde la contracultura se emborrachaba en los bares de Little Italy y abr¨ªa los ojos con la Nouvelle vague francesa, con Taxi Driver y Toro Salvaje. Medio siglo m¨¢s tarde, su trayectoria sigue ampli¨¢ndose: Los asesinos de la luna ver¨¢ la luz del cinemat¨®grafo este mismo mes de octubre. Sin embargo, este recorrido es una suerte de decisi¨®n que en su d¨ªa tom¨® el prestigioso director tras una crisis de no f¨¢cil resoluci¨®n.
Todo comenz¨® en Nueva York, all¨¢ por 2002. No. En realidad fue antes. Mucho antes. Gangs of New York estaba basada en la dureza de aquella ciudad de la costa este a mediados del siglo XIX. Entre 1846 y 1862, la urbe comenzaba a rascar el cielo entre irlandeses llegando a sus costas, presenciando el desarrollo de la Guerra de Secesi¨®n mientras las pandillas se disputaban el poder de las calles. El resultado estuvo nominado a diez premios Oscar. Pero el rodaje fue casi tan complicado para el director como un d¨ªa en ese escenario barriobajero neoyorquino que dibuj¨® en la cinta. Y todo debido a una persona. Harvey Weinstein.
Nueva York, una avioneta y medio mill¨®n de euros
Seg¨²n ha confesado el propio Scorsese en una entrevista para GQ, el fundador de Miramax le llev¨® al l¨ªmite. ¡°Me di cuenta de que, si me obligaban a hacer pel¨ªculas de esa manera, no podr¨ªa volver a trabajar¡±, asever¨®. Fue reiteradamente duro en la descripci¨®n de aquellos d¨ªas. ¡°Si aquella era la ¨²nica forma en la que me iban a permitir pel¨ªculas, tendr¨ªa que dejarlo, porque los resultados no me satisfac¨ªan¡±, insiste, a punto se convertir la dureza en susto al revelar que ¡°hab¨ªa momentos extremadamente dif¨ªciles¡± y que ¡°no podr¨ªa sobrevivir¡±. El culmen de la rabia le lleg¨® entre bambalinas: ¡°acabar¨ªa muri¨¦ndome. Y decid¨ª que se hab¨ªa acabado, de verdad¡±.
Pero, ?qu¨¦ era exactamente? Weinstein habr¨ªa hecho la vida imposible con peticiones que llovieron como dagas al director. Y los ¡®noes¡¯ de Scorsese empezaron a pesarle como ropa mojada. Le pusieron contra las cuerdas. Finalmente, se pudo completar el rodaje y, con Gangs of New York, inici¨® tambi¨¦n la larga relaci¨®n entre el director y Leonardo DiCaprio. Poco despu¨¦s llegar¨ªa El aviador, filme que protagoniza el actor y que tambi¨¦n dirigi¨® Scorsese. Y, de nuevo, Weinstein quiso participar.
¡°Yo estaba en contra de eso: hubo una reuni¨®n, y me forzaron a aceptar esta postura¡±, dice, detallando los pormenores de lo que veinte a?os m¨¢s tarde sigue considerando una encerrona: ¡°ya me hab¨ªan hecho el bombo, como dice la gente, y no ten¨ªa forma de salirme. Pero el rodaje fue bien, y el montaje tambi¨¦n fue bien hasta las ¨²ltimas semanas. Entonces lleg¨® esa gente e hizo cosas extremadamente desagradables¡±. Esta vor¨¢gine se tradujo en el recorte por parte de Warner y Miramax del presupuesto de El aviador, decisi¨®n que oblig¨® al propio Scorsese a poner medio mill¨®n de d¨®lares por su cuenta si quer¨ªa terminar de grabarla. Y, de nuevo, se perjur¨® que no rodar¨ªa m¨¢s.
Pero lo hizo. Todav¨ªa quedaban cap¨ªtulos por escribir en su libro, cintas que colgar en su estanter¨ªa. Weinstein pas¨® desapercibido algunos a?os m¨¢s hasta que su burbuja explot¨®: hoy est¨¢ condenado a un total de 38 a?os de c¨¢rcel que cumplir¨¢ entre Nueva York y Los ?ngeles por numerosos casos de abusos sexuales. Y en unos d¨ªas saldr¨¢ a la luz el nuevo trabajo de Scorsese, que cuenta con un elenco de estrellas capitaneado por el propio Leonardo DiCaprio.