COCINA
El d赤a en el que Jordi Roca sirvi車 un plato de macarrones a un osito de peluche
El repostero del prestigioso Celler de Can Roca recuerda el d赤a en el que una pareja de la embajada de Jap車n solicit車 tratar como un cliente m芍s a su osito.
D赤as raros en el trabajo los tiene todo el mundo, pero pocos como el que Jordi Roca ha tra赤do al presente. El Celler de Can Roca, el prestigioso y refutado restaurante en el que trabaja, es todo un referente nacional e internacional; desde su apertura en 1986 ha dado de comer a numerosas personalidades. La an谷cdota que ha recordado en una entrevista para el podcast B3tter tiene como protagonistas a dos personas de la embajada de Jap車n y a un oso de peluche.
Le pidieron una an谷cdota y sin pensarlo dijo la acontecida aquel d赤a. Los comensales reservaron mesa y, puntuales, acudieron junto al simp芍tico peluche. A la hora de sentarse, segu赤an sin desprenderse del peque?o osito. Las cosas empezaron a parecer demasiado raras cuando solicitaron una tercera silla para 谷l; lo mismo con la carta, para que pudiera elegir qu谷 plato quer赤a consumir. Pero, por motivos f赤sicos y no sintientes, no se inmutaba.
Un plato combinado, la elecci車n para el osito
A la mesa se acerc車 el camarero, que, confuso, pregunt車 qu谷 iba a comer el osito: ※?qu谷 le hacemos? ?Le preparamos unos macarrones, unos filetes a la plancha?§. A la pareja le pareci車 una buena idea y optaron por un plato combinado para que el peluche saliera del local con la tripa llena; ellos, por su parte, escogieron uno de los dos men迆s que hab赤a disponibles.
Al rato, volvi車 el camarero con, efectivamente, un plato de macarrones, un filete de ternera y unas patatas fritas de guarnici車n. ※Le pusimos el plato delante con un poco de agua§, confiesa Roca, que recuerda la situaci車n un tono que mezcla la incomprensi車n y el humor.
Lo surrealista de la situaci車n hizo sospechar al repostero, quien ha llegado a asegurar que pensaba que se trataba de una c芍mara oculta. ※Lo trataban como si fuera una persona. Al terminar, pagaron la cuenta del osito y se fueron sin m芍s. Nunca supimos por qu谷 fue§, cierra el relato de una comanda singular.