Drinkwater desvela c¨®mo eran sus ¡°noches de borrachera¡± como jugador del Chelsea

Danny Drinkwater ha anunciado su retirada de los terrenos de juego al mismo tiempo que pon¨ªa color a su relato en blanco y negro de las noches londinenses. Han pasado siete a?os desde que el Chelsea pagase al Leicester m¨¢s de 40 millones de euros por el centrocampista, que lleg¨® a jugar con la selecci¨®n inglesa hasta en tres ocasiones. Sin embargo, su fichaje cay¨® en la nada futbol¨ªstica tras una ¨¦poca aciaga en las filas blues caracterizada por sus salidas nocturnas. De ellas, entre otras cosas, ha hablado en una entrevista para el podcast High Performance.

Uno de los episodios m¨¢s sonados de su tiempo all¨ª fue el accidente vial que protagoniz¨® bajo los efectos del alcohol. Estrell¨® su Range Rover de 125.000 libras contra una pared a las doce y media de la noche; fue tras una fiesta en Cheshire y despu¨¦s de que el Chelsea se impusiera al West Ham en Stamford Bridge. Tras este suceso, se le prohibi¨® durante 20 meses coger un coche. De este sonado caso ha reflexionado que ¡°fue una gran se?al de alerta¡±.

En el formato, recuerda que estuvo ¡°en la celda durante 23 horas¡±, mientras recuperaba la sobriedad, y pregunt¨¢ndose una y otra vez: ¡°?qu¨¦ carajo est¨¢s haciendo, amigo?¡±. ¡°Este no eres t¨² en absoluto. No se trata de ti como persona, se trata de c¨®mo quieres ser como persona. Necesitas controlarte aqu¨ª. Fue entonces cuando comenc¨¦ a buscar ayuda externa con todo esto¡±, ha confesado en el podcast.

¡°Me juntar¨ªa con cualquier p¨¢jaro que pudiera¡±

Fueron estas actividades extradeportivas las que, asegura, truncaron el desempe?o en el campo del que se postulaba como una revelaci¨®n inglesa. ¡°Yo era un muchacho soltero en Londres en ese momento, as¨ª que, sin dar demasiados detalles, estaba siendo un muchacho soltero en Londres, atrapado en vivir en la ciudad¡±, ha resumido, haciendo corta y breve la historia de sus excesos.

Sobre estos d¨ªas ha a?adido que ¡°estaba tratando de disfrutar de ese lado de la vida como una especie de tapadera para todo lo dem¨¢s¡±. ¡°Eso es lo que usar¨ªa para divertirme porque todo lo dem¨¢s va bastante mal¡±, se ha sincerado. No obstante, estas palabras sabias y meditadas no cambian su reflexi¨®n sobre lo que, considera, fueron noches para el recuerdo. ¡°Si miras hacia atr¨¢s ahora, saldr¨ªa a beber y me juntar¨ªa con cualquier p¨¢jaro que pudiera. Fue simplemente una locura¡±, ha dicho, despejando con palabras la bruma del arrepentimiento.

Una euforia, un ¨¦xtasis y una sensaci¨®n de invencibilidad que ten¨ªan fecha de caducidad. ¡°Te despiertas con resaca y es como joder, la felicidad de anoche ha desaparecido y ha vuelto a la realidad¡±, expresa, despreciando la sensaci¨®n que dejan las ojeras tras una noche larga. Lunas que fueron una bendici¨®n al disfrute de Drinkwater, pero un pozo para unas aspiraciones futbol¨ªsticas que, desde hoy, ya no lo ser¨¢ m¨¢s. ¡°Simplemente no era yo como futbolista concentrado¡±, zanj¨®.