Dos solteros se reencuentran en ¡®First Dates¡¯ despu¨¦s de un plant¨®n: ¡°Fue una noche loca¡±

Desde que se estren¨® en pantalla el 17 de abril de 2016, First Dates lleva a las casas espa?olas una apuesta basada en la espontaneidad de las primeras citas. Sin embargo, el programa presentado por Carlos Sobera, en ocasiones, trae consigo casualidades dif¨ªciles de explicar. Desde conocidos que se encuentran con el paso de los a?os hasta solteros que se enteran de que son primos una vez est¨¢n en el plat¨®. Lo m¨¢s imprevisible que se pueda imaginar no es sorprendente que ocurra en el formato de Cuatro.

La de ayer fue una de esas historias que pasar¨¢n a los anales del programa cuando los telespectadores hablen de ella. Mar¨ªa llegaba preparada para conocer a alguien lamentando no haber tenido suerte en el amor o haber elegido mal. ¡°Soy una persona que me entrego demasiado, por eso yo creo que me ha ido mal. Quiero encontrar a alguien que sea un pesado, que me diga que quiere verme y que sea superrom¨¢ntico¡±, expres¨® al entrar.

Acto seguido entr¨® Marcos. ¡°Alegre, jovial, divertido y problemas para quien los quiera¡±, fue su carta de presentaci¨®n. Casi n¨¢. La primera mirada lo dijo todo. Los dos alucinaban con la coincidencia mientras que Sobera no daba cr¨¦dito de lo que estaba sucediendo. ¡°?Pero esto es verdad? ?No!¡±, expres¨® Marcos nada m¨¢s ver a Mar¨ªa. ¡°Esto es una c¨¢mara oculta¡±, agreg¨®.

Sobera, curioso, pregunt¨® a los dos de qu¨¦ se conoc¨ªan. ¡°Tuvimos una noche loca y ya est¨¢. Nunca se me va a olvidar esa noche loca, porque los dominicanos son los dominicanos, no son los espa?oles. Hay que saber, que el meneo de cintura no es el mismo¡±, recordaba sonrojada Mar¨ªa frente a las c¨¢maras. ¡°Es una chica que me encant¨® cuando la vi. Es guap¨ªsima y s¨ª quedan cosas pendientes¡±, confesaba Marcos.

Con el destino como culpable o como testigo de su encuentro, Mar¨ªa dej¨® de lado todos sus rencores hacia Marcos y decidi¨® tener la cita, aunque no dud¨® en resaltar los motivos que propiciaron que la ¡°noche loca¡± no fuera a m¨¢s. ¡°Cuando me levant¨¦, cogi¨® y me dej¨® en mi casa. Me dijo: ¡®despu¨¦s te llamo¡¯ y me dej¨® tirada como una colilla. Alguna vez me lo he cruzado, pero como soy muy rencorosa no le he saludado¡±, manifest¨®.

Entre risas, aunque con algo de resentimiento por el pasado, los dos afrontaron la cuesti¨®n de frente. Mar¨ªa record¨® c¨®mo a Marcos ¡°le gustaban todas¡±, mientras que ¨¦l reconoci¨® que no estaba en su mejor momento. ¡°Era un flipao, un cre¨ªdo. Se hab¨ªa pegado a cuatro o cinco y se lo cre¨ªa¡±, confes¨® ella en un testimonio que ¨¦l no neg¨®.

Con el paso de la cita, Marcos y Mar¨ªa iban suavizando el tono de la conversaci¨®n y empezaron a conocerse m¨¢s a fondo. Aun as¨ª, la murciana se mostraba reticente a tener un segundo encuentro con ¨¦l. ¡°Me tendr¨ªa que demostrar muchas cosas¡±, asegur¨®. Pero, en realidad, ninguno de los dos se resisti¨® a la tentaci¨®n y no esperaron ni a darse el ¡°s¨ª¡± a la segunda cita para besarse en el reservado.