Diletta Leotta se sincera sobre los inc¨®modos momentos que vive en los estadios y el acoso de un profesor

Diletta Leotta se ha sincerado en una ¨ªntima entrevista para la revista italiana Grazia y ha hablado de c¨®mo lleva lo de ser v¨ªctima de desagradables y lascivos comentarios en cada uno de los estadios a los que acude como presentadora de DAZN. La periodista, que espera su primer hijo con Loris Karius, no oculta su alivio por el fin de los c¨¢nticos vulgares contra ella por parte de los aficionados, pero todav¨ªa tiene que lamentar insultos, miradas y mensajes de lo m¨¢s desafortunados. ¡°A veces tengo la sensaci¨®n de que todas las miradas est¨¢n puestas en m¨ª, lo que me averg¨¹enza. Miradas molestas, lascivas¡±, defiende.

Adem¨¢s, en la misma entrevista Diletta record¨® la traum¨¢tica experiencia que vivi¨® durante su juventud con uno de sus profesores. ¡°Mi profesi¨®n de gimnasia me dio una palmada en el trasero y me dijo algo as¨ª como : ¡®Me das ganas de mojar esa galleta¡±. ¡°No entend¨ª lo que quer¨ªa decirme... Simplemente no lo entend¨ª¡±, agreg¨®.

Por suerte para ella, y antes de que el asunto tuviera da?os m¨¢s graves, se lo dijo a su padre y con sus dotes como abogado logr¨® que el profesor fuera suspendido inmediatamente y obligado a abandonar el centro. Desgraciadamente no fue el ¨²nico incidente que tuvo en la adolescencia, pues otro profesor de instituto la culp¨® repetidamente de ¡°distraer la clase¡± solo por llevar unos leggins en una clase de educaci¨®n f¨ªsica.

?C¨®mo se conocieron Diletta Leotta y Loris Karius?

¡°Estaba en los desfiles de moda de Par¨ªs con unos amigos y fuimos a cenar al Hotel Costes¡±, revel¨® Leotta. ¡°Entonces, cuando entr¨®, ilumin¨® la habitaci¨®n, como si hubiera entrado el sol. Les dije a las chicas: ¡®Mirad, ha entrado el hombre de mi vida¡±.

¡°Loris fue a sentarse con unos amigas y por supuesto se dio cuenta de que le est¨¢bamos mirando. Cuando se fue se inclin¨® y me mir¨®. Y yo dije: ¡®Oh, Dios, chicas, me ha elegido a m¨ª'. Con nosotras estaba Barbara Berlusconi, que habla un ingl¨¦s excelente, y dijo: ¡®Venga, vamos a conocerle¡¯. Yo no hablaba ingl¨¦s, me daba verg¨¹enza, pero ella le hizo sentarse con nosotros y desde entonces estamos en contacto¡±, detall¨®. Actualmente ambos esperan su primera hija en com¨²n y est¨¢n discutiendo el nombre que le pondr¨¢n: ¡°Me inclino entre Ophelia, Rose y Bella¡±.