David de Jorge (Robin Food) carga contra ¡®MasterChef¡¯ y sus ¡°tonter¨ªas¡±
¡°El oficio de cocinero no tiene nada que ver con las tonter¨ªas del ¡®MasterChef¡¯¡±, ha dicho el chef vasco en una entrevista con ¡®Metropoli¡¯.
En un paraguayo cabe el Amazonas. Gu¨ªa de lugares, comidas y bebercios para disfrutar como un cochino es el t¨ªtulo del libro que acaba de sacar David de Jorge, el chef guipuzcoano m¨¢s conocido con el sobrenombre de Robin Food, y motivo por el cual est¨¢ de promoci¨®n. Y en una de las entrevistas para hablar de su libro ha terminado cargando contra uno de los programas de cocina m¨¢s seguidos de la televisi¨®n.
¡°El oficio de cocinero no tiene nada que ver con lo que ense?an en MasterChef, ni con lo que te dicen en los suplementos dominicales, ni con lo que cuenta Ferran Adri¨¤. Hay una visi¨®n irreal de lo que en verdad es nuestro trabajo y luego as¨ª nos va. Este oficio va de cocineros que dan de comer todos los d¨ªas en sus tascas, pero eso no interesa, interesan los fuegos artificiales. Yo iba a la escuela de cocina andando y hoy esas escuelas est¨¢n llenas de descapotables de los j¨®venes que quieren llegar a lo m¨¢s alto muy deprisa¡±, dice a Metropoli.
Y critica tambi¨¦n a aquellos con los que comparte oficio: ¡°Estoy convencido de que hay gente m¨¢s l¨²cida que yo que dice cosas m¨¢s interesantes que las que yo cuento. De un tiempo a esta parte, los cocineros estamos todo el d¨ªa dando el co?azo y as¨ª est¨¢ el mundo. Al final, tenemos la misi¨®n de hacer la vida agradable y feliz a la gente, pero estamos rodeados de muchos pelmas que te tienen que explicar el plato, el vino... D¨¦jame beber y no me des el co?azo¡±.
De estos, no algunos cocineros todav¨ªa le gustan menos que poco: ¡°Algunos que se creen que han inventado la besamel... Hay que ser m¨¢s profesionales y m¨¢s humildes. No tengo nada en contra de nadie, lo que pasa es que no tengo filtro. Todo lo que sea bueno y sume me encanta. No me gusta el brilli brilli, la aparatosidad, el ego inflado, el postureo, pero entiendo que en el mundo tiene que haber de todo, pero deber¨ªa predominar el sentido com¨²n¡±.
Y se?ala a las escuelas de cocina: ¡°Ahora mismo en Espa?a hay muchos centros muy pomposos y rimbombantes que en vez de ense?ar a sofre¨ªr, a hacer lentejas o a ejercer el oficio como lo hemos hecho los que hemos llegado antes, est¨¢ ense?ando a fabricar fuegos artificiales sin saber manejar la p¨®lvora¡±.
¡°Los chavales que tienen ilusi¨®n y ganas de hacer cosas quieren trascender y llegar a lo m¨¢s alto enseguida, sin picar una cebolla, sin saber hacer una buena salsa de tomate, o incluso las cuentas del negocio, lo b¨¢sico para que un restaurante funcione. Y no se dan cuenta de que tan digno es hacer tu trabajo en la liga de las estrellas como en ligas m¨¢s modestas. No hace falta que todo el mundo sea Mart¨ªn Berasategui. Parece que, si no somos cocineros de destellos, somos unos fracasados, y ese creo que es el c¨¢ncer de lo que te estoy contando. El modelo de ense?anza fuerza la maquinaria y hay que ir m¨¢s despacio¡±.
¡°Deber¨ªamos ser m¨¢s pueblerinos¡±
El chef afea tambi¨¦n que todo el mundo pide recetas, pero que no ve a nadie comprando en el mercado. ¡°Que saquen tiempo, que aterricen. Que dejen el m¨®vil y las chorradas del primer mundo. Estamos todos locos perdidos¡ A las 11 de la noche en el gimnasio, haciendo cosas incre¨ªbles y, sin embargo, no hablas con tu madre ni con tu hermana, ni dedicas un rato a hacer una tortilla de patata y a comerla en familia. Deber¨ªamos ser m¨¢s pueblerinos, que es una palabra que se usa siempre de manera despectiva, pero yo cada vez lo soy m¨¢s¡±, dice.
¡°Al fin y al cabo, te vas a ir como has venido, disecado en una caja de pino. Es que la gente se cree que se va a ir con el descapotable, con el ego, con la americana de cachemir que todav¨ªa no ha pagado porque no tiene un puto duro. Hay que aterrizar, beberse un vino y apagar el tel¨¦fono¡±, agrega.