Dani Alves busca la absoluci¨®n y volver a vivir del f¨²tbol

Fue el 20 de enero de 2023 cuando Dani Alves entr¨® en la c¨¢rcel, poniendo punto y final a una trayectoria futbol¨ªstica de ensue?o, laureada hasta la saciedad y colmada de trofeos, finales y sonrisas. Hab¨ªa sido acusado de violar a una joven en la discoteca Sutton de la ciudad condal y ese mismo d¨ªa, en pleno mes de enero, el defensa brasile?o fue enviado a la c¨¢rcel por la jueza de Barcelona. En Brians 2 ha estado catorce meses y cinco noches. El 25 de marzo del presente a?o sali¨®, puso un pie fuera. Todo era distinto.

El mundo que pisa es igual, no su imagen p¨²blica. Tras acordar la Audiencia de Barcelona su puesta en libertad provisional, bajo el cumplimiento de una serie de condiciones y el pago de una fianza de un mill¨®n de euros, puente legal que le ha permitido saltar los muros de la prisi¨®n tras la condena de cuatro a?os y medio de c¨¢rcel que sobre ¨¦l pesaba (los jueces le aplicaron la atenuante de reparaci¨®n del da?o tras el pago de 150.000 euros de indemnizaci¨®n), ha enfrentado una cadena de golpes econ¨®micos ¡ªtambi¨¦n los visualiza a medio y largo plazo¡ª a los que ya piensa sobreponerse. Primero busca la absoluci¨®n y, despu¨¦s, volver a vivir del f¨²tbol.

Un camino de espinas

Tal y como recoge El Pa¨ªs, el jugador ha verbalizado a su entorno m¨¢s cercano que est¨¢ convencido de que ser¨¢ absuelto, algo que ayudar¨¢ a restaurar su da?ado perfil ante la sociedad, y tampoco le cabe duda de que seguir¨¢ unido laboralmente al mundo del f¨²tbol, viviendo de ¨¦l y con ¨¦l. Eso s¨ª: no lo har¨¢ como futbolista. Colg¨® las botas aquel 20 de enero. Y no de la mejor forma: Pumas, el conjunto mexicano en el que jugaba, despidi¨® al lateral y le reclam¨® una indemnizaci¨®n de 4¡ä5 millones de euros.

Alves da vueltas a su futuro y a los frentes que en ¨¦l se abren: tiene los activos bloqueados en Brasil con motivo de un contencioso abierto por su primera mujer, Dinorah Santana, y a ra¨ªz de la pensi¨®n que le pasa a sus dos hijos adolescentes; debe hacer frente a un embargo de car¨¢cter judicial, que asciende a 50.000 euros, y sus contratos con las marcas caen como el agua de una cascada. Para sortear todos varapalos econ¨®micos ve necesario pasar por reconstruir su imagen. Y en paralelo a ese trabajo est¨¢ la citada absoluci¨®n.

Quiere ganar en los tribunales, donde ya ha sido condenado, para cimentar sobre una base de credibilidad su perfil. La clave est¨¢ en el relato que hace Alves de la violaci¨®n, donde ¨¦l sostiene que hubo consentimiento, y cuya sentencia considera probado no s¨®lo que no lo hubo, sino que, adem¨¢s, emple¨® la violencia. La incongruencia del testimonio de la v¨ªctima sobre la media hora previa a la violaci¨®n ¡ªdefiende repulsa hacia el jugador, pero las c¨¢maras han demostrado que hubo un inter¨¦s mutuo¡ª ha se?alado el camino que ahora explora el equipo legal de Alves para atacar la sentencia, solicitando en el recuro presentado ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a la absoluci¨®n.

La base de la absoluci¨®n

¡°Apenas se ha cogido como veraz entre un 10 y un 20% de lo declarado¡± por la v¨ªctima, dice la defensa del futbolista, encabezada por In¨¦s Guardiola, que hace hincapi¨¦, ya no en lo incompatible de las versiones de la parte denunciante y el acusado, en que el relato de Alves est¨¢ ¡°verificado por medios de prueba¡±, como son los retos biol¨®gicos y las huellas (indicios lofosc¨®picos) que hab¨ªa en el ba?o de la zona VIP de Sutton.

En t¨¦rminos generales, el equipo del brasile?o busca colocar por encima de todo las pruebas objetivas que respaldan la versi¨®n del futbolista. ¡°Se ha condenado a Alves con a declaraci¨®n de una denunciante que es incompatible con una prueba cient¨ªfica¡±, dice la defensa, haciendo alusi¨®n a la ausencia de lesiones vaginales y de cualquier tipo de lesi¨®n ¡ªcuenta con ello la sentencia, que recuerda que ¡°para la existencia de agresi¨®n sexual no es preciso que se produzcan lesiones f¨ªsicas¡±¡ª; ¨²nicamente se rastreaban en la rodilla, compatibles con la pr¨¢ctica de una felaci¨®n que se produjo, seg¨²n el ADN encontrado en la boca de la joven.

Son 200 las p¨¢ginas que conforman el recurso contra la sentencia en el que se pide la absoluci¨®n. Entre seis meses y un a?o tardar¨¢ en dictarse la nueva sentencia; de haber otra condena, Alves, entonces, podr¨ªa recurrir, como ¨²ltima bala, ante el Tribunal Supremo.

Hasta entonces, libertad provisional y cavilaciones sobre c¨®mo recuperar un futuro reconvertido en arena que se le escapa entre los dedos.

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