Caso Alves: la frase que repet¨ªa una y otra vez la joven de 23 a?os mientras abandonaba la discoteca

El pasado viernes declararon en la Ciutat de la Just¨ªcia de Barcelona hasta ocho personas como testigos en el medi¨¢tico caso Dani Alves. Todos ellos, de una manera u otra, forman parte de un proceso de investigaci¨®n que intenta aclarar lo que ocurri¨® en la noche del 30 de diciembre en la discoteca Sutton de Barcelona entre el futbolista brasile?o y una joven de 23 a?os que le denunci¨® dos d¨ªas despu¨¦s por una presunta violaci¨®n en el ba?o. Entre los testimonios m¨¢s importantes destacan los de las dos acompa?antes de la denunciante, que han mantenido la misma versi¨®n que ya aportaron en sus primeras declaraciones para los Mossos d¡¯Esquadra.

Seg¨²n la acusaci¨®n, Alves insisti¨® en que la joven accediera con ¨¦l a un ba?o y unas zapatillas blancas y un reflejo podr¨ªan ser la clave para que los peritos determinen qu¨¦ ocurri¨®, si la presunta v¨ªctima entr¨® por su propia voluntad como apunta la defensa o si, por el contrario, entr¨® al ba?o tras las continuas llamadas del jugador y sin saber realmente qu¨¦ eso era un lavabo. Sea como fuere, ambos permanecieron en el interior a lo largo de 16 minutos y eso es precisamente lo que se va a juzgar, una supuesta violaci¨®n que provoc¨® que la denunciante abandonara el establecimiento entre l¨¢grimas y repitiendo la misma frase una y otra vez: ¡°No me van a creer. No me van a creer¡±.

El relato no ha variado desde que present¨® la denuncia hasta el d¨ªa y La Vanguardia ha revelado algunos detalles para entender c¨®mo fueron los instantes posteriores aquella madrugada. Y es que despu¨¦s de salir del ba?o la joven suplic¨® a su amiga y a su prima que abandonaran el establecimiento, pero tras acudir al guardarropa llegar¨ªa la angustia, un ataque de ansiedad y un llanto desconsolado que incluso le dificultaba el habla mientras trataba de explicarle lo ocurrido al jefe de seguridad de la discoteca.

El ba?o y una llamada de madrugada

La amiga de la presunta v¨ªctima asegur¨® en su primera declaraci¨®n ante los Mossos en la Unidad Central de Agresiones Sexuales (UCAS) que no sab¨ªa que la puerta por la que accedieron Alves y la joven daba a un ba?o: ¡°Si yo llego a saber que aquello es un ba?o, mi amiga no entra¡±. Una confesi¨®n que ratific¨® con rabia e impotencia ante la jueza y con la tristeza de no haber podido hacer nada en aquel momento. Eso s¨ª, seg¨²n recoge el medio anteriormente citado, insisti¨® en que no sab¨ªa que era un ba?o: ¡°De qu¨¦ me salgo del reservado y hago una cola para acabar en un ba?o abarrotado y sucio si llego a saber que hay uno exclusivo y limpio en la zona en la que estoy. No lo sab¨ªamos¡±, explic¨®. La joven baj¨® a la planta inferior para entrar a un ba?o junto a la pista de baile general, pues pensaba que aquella puerta era una salida de emergencia que algunos clientes pod¨ªan utilizar para salir a fumar.

Adem¨¢s, La Vanguardia recoge que esa misma chica llam¨® a su jefe de madrugada para pedirle consejo sobre lo que deb¨ªa hacer. El receptor de la llamada es responsable de un despacho de abogados de Barcelona y quiso mandarle un mensaje de tranquilidad, anim¨¢ndola a que lo importante en ese momento era cuidar de su amiga. El pasado viernes este letrado fue una de las personas que declar¨® en calidad de testigo y detall¨® todo el contenido de la llamada.