Carlos Franganillo rememora su peor momento en televisi¨®n: ¡°Pensamos que se mor¨ªa¡±
El presentador de los informativos de La 1 se ha convertido en todo un referente tras una intensa trayectoria de corresponsal en Rusia y EEUU.
Carlos Franganillo (41) representa para muchos el prototipo ideal de presentador de un informativo de televisi¨®n. Vinculado desde hace tres lustros a RTVE, el ovetense se ha convertido en todo un referente gracias a su estilo sobrio y a una capacidad de adaptarse a cualquier situaci¨®n que proviene de sus a?os como corresponsal en lugares tan dispares como Mosc¨² o Washington.
Desde septiembre de 2018 presenta la segunda edici¨®n del Telediario de La 1 y ha sido parte fundamental sobre el terreno de algunos de los episodios m¨¢s determinantes de la historia reciente. Amante de la lectura y la m¨²sica, Franganillo reconoce en una entrevista en El Mundo que sus cuatro hijos le dejan poco espacio para el ocio, que se le da bien cocinar ¡°tres o cuatro platos¡±, que corre para mantenerse en forma y que ve poco la televisi¨®n.
De su experiencia profesional, llama la atenci¨®n su experiencia como corresponsal desde antes de que cumpliera los 30 a?os. ¡°En Rusia fue m¨¢s extremo. El idioma y el clima marcan una gran distancia, la oscuridad, los gestos, la manera de comunicar del vecino, de la cajera del supermercado... Todo me parec¨ªa hostil. Cuando llegu¨¦ a Estados Unidos me ocurri¨® lo contrario: la gente te saluda por la calle sin conocerte, te sonr¨ªe, te dice lo bonita que es tu camisa. Y viniendo de Mosc¨², aquella amabilidad me resultaba incluso demasiado agresiva. Pero terminas adapt¨¢ndote, interiorizando esos c¨®digos a un lado del Oc¨¦ano y al otro¡±, explica.
¡°Un corresponsal no trabaja ocho horas; tiene que tener est¨ªmulos constantemente para depurar su punto de vista y ofrecerlo despu¨¦s al espectador¡±, a?ade. Quiz¨¢ por ello ahora es capaz de transmitir al espectador m¨¢s que otros compa?eros. Muy alabada fue su presencia en la frontera de Ucrania al inicio del conflicto desatado por Rusia y precisamente all¨ª es donde vivi¨® uno de sus peores momentos como periodista.
¡°Cuando hicimos el Telediario desde la frontera con Ucrania, quedaba un minuto para el directo. Justo detr¨¢s de nosotros hab¨ªa un grupo de refugiados y un ni?o se comenz¨® a asfixiar con un Chupa Chups. Nos volvimos todos locos, lo pusimos boca abajo, le golpeamos la espalda... y pensamos que se mor¨ªa. Y unos segundos antes de entrar sali¨® la bola y el ni?o empez¨® a llorar. Lo recuerdo con much¨ªsima angustia, con gran terror, pero tambi¨¦n con mucho alivio¡±, concluye el asturiano.