Camilo: ¡°Mi pa¨ªs es un pa¨ªs, como Espa?a, m¨²ltiple y muy diverso¡±

El cielo se ha nublado. Han pasado dos horas del mediod¨ªa y la s¨¦ptima planta de un casi-rascacielos del paseo de la Castellana parece internarse en lo gris¨¢ceo de la atm¨®sfera. Neruda habl¨® una vez de un mundo vertical donde los p¨¢jaros son una naci¨®n y las hojas la muchedumbre; un universo que se antoja on¨ªrico desde la altura madrile?a hasta que, de golpe, se abre una puerta. Camilo (Medell¨ªn, 1994) aparece sentado, oteando el horizonte desde la pared m¨¢s alejada a la ventana. Unas gafas de montura naranja y su bigote, robado al tiempo y a Dal¨ª, son los dos elementos m¨¢s llamativos del retrato de un artista diferente, un hombre viajero y viajante que se pierde en los recuerdos de su Colombia natal y que, sobre todo, cavila.

-Dijo Salvador Dal¨ª en una ocasi¨®n que su s¨ªmbolo animal favorito era el caballo, que se sent¨ªa uno de ellos porque representaba la fuerza de la juventud y la vida. ?Tu m¨²sica qu¨¦ animal ser¨ªa?

-Mira, no s¨¦ por qu¨¦ estoy tratando de navegar m¨¢s profundo... (hunde la mirada en la ventana) Me sale que yo tengo una fascinaci¨®n muy grande por las abejas. Aunque min¨²sculas, aunque chiquititas, son fascinantes, tienen unas estructuras que quien las ve a simple vista no las conoce.

Cada persona que alguna vez lee algo acerca de la apicultura, la estudia o ve una pel¨ªcula, un documental, encuentra unas estructuras internas que al ojo y r¨¢pido no son evidentes. La abeja tiene un papel elemental en su interacci¨®n con la biodiversidad. La manera en la que se funde con todos los elementos...

-Esa manera de acercarte al entorno desde el zumbido de la abeja dice mucho de tu relaci¨®n primeriza con la m¨²sica. ?A qu¨¦ suena tu infancia?

-Mi infancia sucedi¨® primero en Medell¨ªn, en Colombia, y despu¨¦s en Monter¨ªa, en Colombia tambi¨¦n; y m¨¢s adelante, cuando crec¨ª m¨¢s, en Bogot¨¢. Parecen tres ciudades que uno dice ¡®bueno, pero las tres son Colombia¡¯, pero claro, mi pa¨ªs es un pa¨ªs, como Espa?a, m¨²ltiple y muy diverso. Cada esquina de mi pa¨ªs es casi que su propio pa¨ªs. Y yo siempre fui viajero dentro de mi propio pa¨ªs.

Cuando yo viv¨ªa en Medell¨ªn estaba muy peque?o, pero cuando me mud¨¦ a Monter¨ªa yo era el paisa en Monter¨ªa. Luego me mud¨¦ a Bogot¨¢ y yo era el paisa y el coste?o en Bogot¨¢. Siempre fue como que estuve mojado de todas las identidades internas de mi pa¨ªs.

Entonces mi infancia suena a bandas marciales tocando Mar¨ªa Varilla, tocando pitos y tambores nuestros tradicionales colombianos. Suena a porritos navide?os, suena a Chucu Chucu. Suena a todos esos sonidos que siento que voluntaria o involuntariamente mojan el sonido de c¨®mo soy como artista.

-Es interesante la extracci¨®n cultural que haces de una circunstancia tan dif¨ªcil como pod¨ªa ser la de Colombia hace 20 a?os. ?C¨®mo se saca algo tan bello de un entorno tan agresivo?

-Exactamente por eso es que salen cosas tan maravillosas (asiente con insistencia). No a pesar de eso. Mi pa¨ªs fue capaz de usar todo eso como materia prima. Teniendo en cuenta una historia tan complicada, ?de qu¨¦ otra manera pod¨ªa salir el arte y los colores de un pa¨ªs si no as¨ª?

Mi pa¨ªs ha pasado por unas temporadas muy complejas. Y parte de esa historia es lo que hace que nuestra identidad sea tan m¨²ltiple y tan fant¨¢stica. La manera que un colombiano tiene de hacer lo que sea que haga, ya sea deportivamente, art¨ªsticamente, en el mundo de los negocios, absolutamente todo: un colombiano siempre tiene una manera muy particular. Y es hija de nuestra historia, preciosa pero convulsa.

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-?Te consideras alguien espiritual?

-Todo es espiritual, no s¨®lo lo ¡®espiritual¡¯. Todo, todo. Hasta lo m¨¢s cotidiano pasa a ser lo m¨¢s espiritual.

-?Qu¨¦ se te pasa por la cabeza cuando compones?

-Mi conexi¨®n con la divinidad, en caso de yo tener una conexi¨®n con la divinidad, es creativa. Total y absolutamente. Solamente desde la creatividad es que yo he encontrado en m¨ª esa naturaleza de la que se habla de que somos creados a imagen y semejanza de esa totalidad. Solamente en la creatividad es que yo digo ¡®por ah¨ª m¨¢s o menos creo que lo entiendo un poquito m¨¢s¡¯. La creatividad es mi lenguaje espiritual, es mi esp¨ªritu expres¨¢ndose. La intuici¨®n y la curiosidad.

-?Cu¨¢l es tu libro favorito?

-Creo que Confieso que he vivido, de Pablo Neruda.

-?Por qu¨¦?

-Mira, yo... A m¨ª Neruda me caus¨® mucha curiosidad desde chiquito. Y me causaba curiosidad la cantidad de cosas que yo no entend¨ªa cuando le¨ªa su poes¨ªa, que cuando vas creciendo... Neruda tiene eso, que crece contigo, ?no? Yo no sab¨ªa que ten¨ªa un libro en narrativa, en prosa. Son sus memorias.

No hab¨ªa conocido Chile. Para m¨ª el bosque chileno no era nada con lo que yo me pudiera relacionar. Pero cuando yo le¨ª las primeras p¨¢ginas de su libro, de sus memorias, cuando ¨¦l hablaba del enmara?ado bosque chileno, yo no s¨¦ qu¨¦ era lo que en m¨ª se mov¨ªa que hac¨ªa que una fibra tan interna m¨ªa se identificara... ?Con qu¨¦? Si nada de esa vegetaci¨®n era parte de mi realidad.

Me gener¨® mucha curiosidad la manera en la que tu voz, por espec¨ªfica que sea, puede canalizar los sentires de tantas personas fuera de tu contexto. Me fascin¨® ese libro. Y me lo puedo leer un mill¨®n de veces.

-?Qu¨¦ te gustar¨ªa decirme en diez a?os?

-Me gustar¨ªa que si nos vi¨¦ramos otra vez en diez a?os me hicieras las mismas preguntas y yo te respondiera cosas totalmente diferentes. Es m¨¢s. Me gustar¨ªa vivir en la situaci¨®n complicada de estar contradici¨¦ndome de todo lo que te estoy diciendo. Me encantar¨ªa. Me encanta. Me pasa constantemente eso y quiero que me siga pasando cada vez m¨¢s.

-La contradicci¨®n como norma natural...

-S¨ª, s¨ª, s¨ª (sonr¨ªe). S¨ª.

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