CINE
Bruce Willis reaparece con su expareja en el cumplea?os de su hija
Demi Moore, esposa del actor entre 1987 y 2000, ha publicado una fotograf¨ªa en la que posan ambos junto a su hija, Tallulah Willis.
Ya se sabe. La salud de Bruce Willis camina en l¨ªnea recta hacia un callej¨®n cuya pared final, de ladrillo y tristeza, no puede escalar. Su estrella se est¨¢ apagando. A principios del a?o pasado se pon¨ªa nombre y apellidos a la enfermedad que hab¨ªa empezado a consumirle tan lenta como inexorablemente. Demencia frontotemporal, un trastorno cerebral ocasionado por la acumulaci¨®n anormal de prote¨ªnas que da?an las c¨¦lulas cerebrales. No tiene cura.
Por ello al mundo se le arruga el p¨®mulo y le nace una sonrisa cuando el actor reaparece, muy de vez en cuando y de la mano de alg¨²n familiar. La ¨²ltima ocasi¨®n ha sido en cumplea?os de su hija, Tallulah Willis, que celebraba treinta vueltas al Sol. Y lo ha hecho en compa?¨ªa de su expareja y madre de ella, Demi Moore, que lo ha subido a sus propias redes sociales.
¡°Ba?ando de amor a nuestra Tallulah hoy en su cumplea?os¡±, reza el peque?o mensaje que ha escrito la actriz de 61 a?os, que aparece sonriente en la instant¨¢nea ataviada con unos pantalones vaqueros azules y un c¨¢rdigan negro holgado.
Por su parte, el int¨¦rprete de 68 a?os ha impresionado por el buen estado en el que se le ve, con un atuendo deportivo negro y gris, una bufanda de id¨¦ntico color y una gorra de b¨¦isbol azul; sonr¨ªe a quien fuera su mujer y da la mano a Tallulah en un gesto tan familiar como emotivo.
El callej¨®n fatal de la demencia
Lo cierto es que el veterano actor ha experimentado un empeoramiento acelerado de su salud durante los ¨²ltimos meses. Tal es as¨ª que cada reporte, cada actualizaci¨®n de su estado, es una estocada para el cine ¡ªpara la cultura, en general¡ª. Tal y como filtr¨® Us Weekly el pasado diciembre, a ra¨ªz de unas declaraciones de un amigo del int¨¦rprete, ¡°Bruce tiene d¨ªas buenos y d¨ªas malos, pero en los ¨²ltimos dos meses ha habido muchos m¨¢s d¨ªas malos que buenos¡±.
Aquello fue poco antes de Navidad; el calor hogare?o de esta ¨¦poca segu¨ªa resguard¨¢ndole del fr¨ªo de la calle durante las noches de nevada. ¡°Esta experiencia ha unido a¨²n m¨¢s a toda la familia. Nadie sabe cu¨¢nto tiempo le queda a Bruce, por lo que est¨¢n absorbiendo cada momento que pasan con ¨¦l. La atenci¨®n se centra en que est¨¦ cerca de la gente que ama y recuerden las felices fiestas del pasado¡±, confesaba el rostro de la inc¨®gnita, conocedor de ese callej¨®n fatal de la demencia. Y del apoyo incondicional de la familia. Y de la situaci¨®n. Ya se sabe.