As¨ª es la vida personal de Bruce Springsteen: casado con su corista desde hace 33 a?os

Cuando Born in the U.S.A sali¨® al mercado vendi¨® quince millones de copias en Estados Unidos. El cantante era Bruce Springsteen, un reconocido artista que llevaba dos d¨¦cadas en la industria; un hombre de Nueva Jersey que hab¨ªa hecho todo tipo de malabares en los fondos del panorama y que no recibi¨® verdaderos elogios y atisbos de ¨¦xito hasta que no public¨® Born to Run en 1975. Despu¨¦s vendr¨ªa alguna gira por Europa y un reconocimiento relativamente alto que, en realidad, no era nada en comparaci¨®n con lo que su figura ser¨ªa en un futuro. Nueve a?os m¨¢s tarde cambi¨® todo. Born in the U.S.A no fue un triunfo. Fue historia.

Suele medirse, a veces con acierto, la grandeza de un artista en funci¨®n de la repercusi¨®n de sus canciones. Pero hay algo m¨¢s. Springsteen llega a Madrid con un aura de leyenda que no se explica ¨²nicamente con horas en el estudio: los mitos tienen una parte folcl¨®rica que trasciende el esfuerzo por ser recordado. Y The Boss es eso. Las fechas de la presente gira en Espa?a elevar¨¢n a casi 60 el n¨²mero de conciertos que ha dado en el pa¨ªs desde que debutase un d¨ªa lejano en el tiempo, una noche de 1981 en la ciudad condal. Su figura es ejemplo de iconicidad musical; su vida, una novela que, como ocurre con los artistas de esencia quim¨¦rica, s¨®lo puede ser entendida desde la lectura de su plano personal.

Una infancia particular y muchos cambios de colegio

El peque?o Bruce Frederick Joseph Springsteen pas¨® los primeros a?os de su infancia en Freehold Borough, en Nueva Jersey. Su padre, conductor de autob¨²s, ten¨ªa ascendencia neerlandesa e irlandesa ¡ªreconoci¨® d¨¦cadas despu¨¦s el cantante que la esquizofrenia paranoide que sufr¨ªa su progenitor marc¨® para siempre su salud mental¡ª; su madre, secretaria, contaba con numerosos antepasados italianos en su ¨¢rbol geneal¨®gico. Todo vino a juntarse en Bruce, cuyo temperamento terminar¨ªa por reventar el vaso que conten¨ªa su circunstancia acad¨¦mica: se traslad¨® varias veces de escuela y hasta evit¨® asistir a su propia graduaci¨®n.

Un buen d¨ªa vio a Elvis Presley en televisi¨®n. Ten¨ªa 13 a?os y se compr¨® una guitarra por 18 d¨®lares. Con 16 recibi¨® una guitarra Kent de 60 d¨®lares como regalo por parte de su madre, que tuvo que pedir un pr¨¦stamo para costear el instrumento (esta historia la record¨® en The Wish). Y dio el salto a su sue?o. Era 1965 cuando asumi¨® el papel de guitarrista en el grupo The Castiles, pasando despu¨¦s a vocalista, y haciendo de las fiestas de estudiantes los lugares donde ofrec¨ªan sus conciertos.

Tras un breve paso en el tr¨ªo Earth y por otra banda conocida como Child, ¨¦poca en la que se gan¨® el sobrenombre de The Boss por percibir el pago de los espect¨¢culos y actuar como repartidor, lleg¨® el nacimiento art¨ªstico de Springsteen. Tocaba en clubes, ganando poco a poco un grupo de seguidores fiel, hasta conformar lo que despu¨¦s ser¨ªa conocido como la E Street Band, que son quienes han acompa?ado al cantante durante toda su trayectoria: desde los bares norteamericanos hasta el Civitas Metropolitano.

Uno de los episodios m¨¢s curiosos de su larga carrera tuvo lugar cuando Born in the U.S.A era un simple boceto y se desarroll¨® durante el periodo de gestaci¨®n creativo de dicha canci¨®n. Era 1984 y Estados Unidos atravesaba un a?o electoral: Ronald Reagan se hab¨ªa lanzado a la reelecci¨®n y hab¨ªa encontrado en los Juegos Ol¨ªmpicos de Los ?ngeles uno de los escaparates para mostrar el sentimiento patriota estadounidense; quiso completar la propaganda con el tema de Springsteen y le ofrecieron entrar en campa?a a favor del Partido Republicano. Pero no iban por ah¨ª los tiros: la canci¨®n es una cr¨ªtica del famoso sue?o americano y denunciaba que la clase trabajadora hubiera sido enviada a morir a Vietnam. Contracultura de la contracultura.

Vida sentimental

El primer amor de Bruce fue Karen Darvin, una chica que acompa?¨® al artista durante los a?os que siguieron a la ¨¦poca en la que conoci¨® a su banda, la de sus primeros ¨¢lbumes y el contrato con Columbia Records, y cuya historia se cerr¨® en 1977. En octubre de 1984 conoci¨® a Julianne Phillips, modelo estadounidense con la que se cas¨® en el lago Oswego, en Oreg¨®n, pasada la medianoche de un lunes 13 de mayo del a?o siguiente. Lo que parec¨ªa inseparable termin¨® por quebrarse tres calendarios m¨¢s tarde: en 1988 ¨¦l solicit¨® el divorcio citando diferencias irreconciliables y, desde entonces, ninguno de los dos quiso pronunciarse al respecto.

Poco despu¨¦s conocer¨ªa a su gran amor. La banda necesitaba una voz femenina y apareci¨® una chica pelirroja tres a?os menor que Bruce, una tal Patricia ¡®Patti¡¯ Scialfa: la joven, que hab¨ªa sido camarera y persegu¨ªa su sue?o de dedicarse a la m¨²sica, flech¨® su coraz¨®n desde un primer momento, cuando, en 1984, ingres¨® en la E Street Band.

¡°Vi en Patti algo diferente, algo que no hab¨ªa experimentado antes con ninguna mujer¡±, dijo el cantante en una ocasi¨®n ¡ªno le prest¨® tanta atenci¨®n entonces porque, subido a la monta?a rusa del ¨¦xito, decidi¨® que deb¨ªa casarse con Phillips, que era una personalidad reconocida a nivel nacional¡ª. Springsteen y Scialfa contrajeron nupcias en 1991 y fruto de esta relaci¨®n nacieron tres v¨¢stagos: Evan James Springsteen (1990), Jessica Springsteen (1991) y Sam Ryan (1994).

Aunque el fantasma de la infidelidad ha sobrevolado la relaci¨®n en m¨¢s de una ocasi¨®n, siendo el caso m¨¢s medi¨¢tico el de una tal Anne Kelly, quien dijo en 2010 que hab¨ªa mantenido un affaire con el cantante, a quien habr¨ªa conocido en un gimnasio, lo cierto es que siempre el cantante y su corista han mantenido una imagen s¨®lida y fiel desde que comenzasen a caminar juntos hace m¨¢s de tres d¨¦cadas; desde los inicios de la E Street Band hasta, de nuevo, el Metropolitano. Desde los tiempos de Born in the U.S.A.

Los oscuros rincones de su cabeza

No todo son luces en la trayectoria de Bruce. ¡°Me he acercado lo suficiente como para saber que no estoy completamente bien. He tenido que aprender a lidiar con ello a lo largo de los a?os y estoy tomando una variedad de medicamentos que me mantienen en equilibrio. De lo contrario, me tambalear¨ªa much¨ªsima y las ruedas podr¨ªan llegar a descarrilar¡±, dijo el cantante en una ocasi¨®n acerca de las enfermedades mentales, revelando que llevaba medic¨¢ndose 40 a?os y que sufr¨ªa fuertes episodios de depresi¨®n.

¡°Todo lo que s¨¦ es que, a medida que envejecemos, esa mochila se hace m¨¢s pesada. Hace mucho tiempo, las defensas que constru¨ª para soportar el estr¨¦s de mi infancia, para salvar lo que ten¨ªa de m¨ª mismo, sobrepasaron su utilidad¡±, a?adi¨®. Transparente como el agua, sincero como una daga. Los mitos no se construyen sobre ¨²nicamente sobre bases de luminiscencia.

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