As¨ª es la vida personal de Aitana Bonmat¨ª: estudios, pasiones y or¨ªgenes

Otra vez, Aitana. El Barcelona se niega a claudicar en Europa, a hincar la rodilla y ceder el trono del f¨²tbol femenino en el Viejo Continente: un gol de Aitana, otra vez ella, omnipresente, desatasc¨® el partido contra el Olympique de Lyon; despu¨¦s rematar¨ªa Alexia, la capitana que nunca termina. Y as¨ª conquist¨® el club azulgrana su tercera Champions, la segunda consecutiva, esbozando el dibujo de un p¨®quer de t¨ªtulos tras levantar este mismo a?o Liga, Copa y Supercopa. De fondo, San Mam¨¦s.

Podr¨ªa decirse que a nadie sorprende la capacidad que Aitana posee para multiplicarse en el terreno de juego, pero lo cierto es que s¨ª ocurre: maravilla con su juego y gana, gana y gana. Naci¨® en el primer mes de 1998 y a sus 26 a?os observa ya en su vitrina personal un Bal¨®n de Oro y el premio a Mejor Jugadora del A?o de la UEFA. En lo colectivo, y a parte del extenso palmar¨¦s en su trayectoria de clubes ¡ªes one club woman¡ª, el ¨¦xito de la selecci¨®n durante la pasada ¨¦poca estival le hizo besar el cielo de S¨ªdney y regresar a Espa?a con el trofeo del Mundial en el avi¨®n.

Estudios y or¨ªgenes

Su perfil profesional es ampliamente conocido; no as¨ª el personal, caracterizado por una distancia prudencial que guarda entre su vida privada y el candente foco de lo medi¨¢tico. Oriunda de Sant Pere de Ribes, Barcelona, Aitana fue creciendo en equipos mixtos hasta que dio el salto a La Mas¨ªa; paralelamente, alimentaba su conocimiento deportivo con una formaci¨®n acad¨¦mica orientada al mundo que tanto ama.

Despu¨¦s de cursar el Grado en Ciencias de la Actividad F¨ªsica y el Deporte se embarc¨® en un M¨¢ster en Gesti¨®n Deportiva en el Johan Cruyff Institute. Lo intelectual no resulta ajeno a Aitana, que vivi¨® en casa la importancia de las letras en cualquiera de sus formas: sus padres, Rosa y Vicent, son fil¨®logos de formaci¨®n y ejercen como profesores de Lengua y Literatura Catalana.

A diferencia de lo que mucha gente puede llegar a pensar, la cultura se ense?a desde la costumbre; una idea similar dejaba entrever la futbolista en una ocasi¨®n: ¡°Siempre he estado muy vinculada a los estudios, sobre todo a las lenguas. Ellos, desde bien peque?a, me han inculcado el tema de la lectura. De hecho, la casa de mis padres no s¨¦ si es una casa o una biblioteca, y el hecho de leer y seguir aprendiendo me viene de su parte¡±.

No esconde sus or¨ªgenes. ¡°Tengo muy buenos recuerdos de mi infancia en Sant Pere de Ribes. Es el pueblo donde crec¨ª, donde me he hecho futbolista. Aqu¨ª fueron mis inicios en el patio de la escuela, despu¨¦s en mi club, en el Club Deportiu Ribes... Nunca me he mudado de aqu¨ª¡±, dijo aquella vez, haciendo hincapi¨¦ en la necesidad, propia de aquellos que reconocen cu¨¢l es su hogar, de volver a Ribes cuando la ciudad condal le da tregua.

La historia de sus apellidos

Despu¨¦s de ¡®Aitana¡¯ la historia se escribe con ¡®Bonmat¨ª', que es el apellido de su madre y no de su padre. Sus progenitores decidieron en su d¨ªa ponerle primero el apellido materno, pero las leyes y los tiempos, entendiendo que lo primero depende casi siempre de lo segundo, no les dejaron; debieron registrarla con los dos apellidos de Rosa y, pasado el tiempo, en 2019, cuando la legislaci¨®n cambi¨®, hicieron el cambio oportuno para que figurase como segundo el de su Vicent.

Esta lucha lleg¨® incluso a la televisi¨®n. All¨¢ por 1999 apareci¨® su madre en Bon dia Catalunya para reivindicar su caso y contar su historia. Entonces ella no lo sab¨ªa, pero fue el tiempo quien termin¨® escribirla. Y el cielo de Barcelona, S¨ªdney. Y San Mam¨¦s. Otra vez, Aitana.

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