Bienvenidos a la Era Alcaraz: campe¨®n y n¨²mero uno

Carlos Alcaraz se lanz¨® al suelo de la Arthur Ashe, como hab¨ªa hecho en sus partidos contra Cilic, Sinner y Tiafoe, pero esta vez se dio la vuelta, para llorar a gusto de alegr¨ªa. Acababa de entrar definitivamente en la historia del tenis. Hab¨ªa protagonizado antes hitos de precocidad que quiz¨¢ sean recordados, aunque podr¨ªan ser superados en el futuro. Lo que nadie podr¨¢ quitarle es su primer t¨ªtulo de Grand Slam y el logro por el que sue?an todos los jugadores, ser n¨²mero uno del mundo. Ambas cosas las consigui¨® de una tacada el murciano al ganar a Casper Ruud por 6-4, 2-6, 7-6 (1) y 6-3 en las 3:20 de la final del US Open, un 11 de septiembre, fecha aciaga para Nueva York y para todo el planeta, por el atentado de las Torres Gemelas en 2001, que para ¨¦l ser¨¢ ¡°muy especial¡±, que recordar¨¢ ¡°siempre¡± y que puede marcar el inicio de una nueva era.

Entre otras cosas, porque este lunes, con 19 a?os, cuatro meses y siete d¨ªas, Alcaraz ser¨¢ el l¨ªder del ranking m¨¢s joven de siempre, relevando en ese honor al australiano Lleyton Hewitt, que lo fue con 20 a?os y nueve meses en 2001. Su salto del puesto cuatro al uno, iguala el m¨¢s grande, el que dieron en su d¨ªa Moy¨¢ (1999), Agassi (1999) y Sampras (2000). El hecho es que la tendencia de los ¨²ltimos 19 a?os, desde 2003, cuando gan¨® su primer major Federer, tiende a decaer por mucho que se empe?en en alargarla Djokovic y Nadal. Entre los tres, desde el nacimiento de la leyenda del suizo en Wimbledon, han ganado 63 de los 76 grandes hasta este US Open, un torneo en el que ha habido cinco campeones diferentes en las ¨²ltimas cinco ediciones (Djokovic, Nadal, Thiem, Medvedev y Alcaraz). Tal y como viene, no ser¨ªa natural que el quinto ganador espa?ol del torneo (tras Santana, Orantes, Arantxa S¨¢nchez Vicario y Nadal) se quedara ah¨ª. ¡°No es tiempo de estar cansado¡±, dijo en la entrega de trofeos, en ingl¨¦s, una lengua que empieza a dominar.

Ninguna final es f¨¢cil

El partido arranc¨® loco, desordenado, con oportunidades de break para los dos. Alcaraz convirti¨® una, salv¨® otra de Ruud y mantuvo la ventaja hasta apuntarse el primer set sin mayores sobresaltos. ¡°Charly, conv¨¦ncete de que tienes que ir a por el partido. No vale otra cosa. Vamos a por ello¡±, le dec¨ªa su entrenador, Juan Carlos Ferrero, finalista en 2003 y n¨²mero uno al d¨ªa siguiente.

Y lo cierto es que parec¨ªa lanzado a por una victoria c¨®moda. Pero no fue as¨ª. Casper se puso en modo rocoso, metiendo una bola tras otra y acabando las jugadas con buena mano. Mientras, Carlitos se obcecaba con las dejadas y con subidas a la red, casi siempre mal calculadas ante un rival, que igual que ¨¦l, tiene muy buenas piernas. Y su chispa se fue durante unos minutos en los que Ruud le hizo dos quiebres y nivel¨® el marcador. Los puntos vistosos, que provocan estruendo en la grada, muy sonoro bajo el techo desplegado por la lluvia, se los llevaba Casper. Ferrero segu¨ªa con su trabajo de motivaci¨®n: ¡°Positivo todo el rato¡±. Palabras que tuvieron efecto, porque Alcaraz abri¨® el tercer parcial con un 2-0. Por desgracia para ¨¦l, la reacci¨®n de Ruud no tard¨® en llegar. El de Oslo se puso por delante y tuvo dos bolas de set antes del tie-break que forz¨® su rival con un highlight, por fin, que puso en pie a la gente. Esa energ¨ªa le encendi¨®, porque arras¨® en el desempate.

En el polo opuesto, Ruud rumiaba la ocasi¨®n perdida en su segunda gran final tras la de Roland Garros en junio. Y le pes¨®. Carlitos oli¨® la sangre y rompi¨® el saque de la perla de la Rafa Nadal Academy, que hasta entonces hab¨ªa brillado, para el 4-2. Ya no mir¨® atr¨¢s hasta la victoria. Bienvenidos a la Era Alcaraz.