El show de Alcaraz revienta a B¨¢ez en un d¨ªa sofocante
El murciano sufri¨® hasta la retirada del argentino. Se adapt¨® mejor a las duras condiciones de calor, humedad¡ y ruido. Se enfrentar¨¢ a Coria.
Por muchas veces que se haya vivido, uno no termina de acostumbrarse, como espectador, a las condiciones en las que se disputa pr¨¢cticamente siempre la sesi¨®n diurna del US Open, sobre todo en el estadio Arthur Ashe. Imag¨ªnense el impacto que producir¨¢ en los tenistas, el fuerte calor (30 grados), la humedad (63%) y el constante y elevado nivel de ruido que hay en la pista central, esto ¨²ltimo, cuando no compite un estadounidense. En esa tesitura, Carlos Alcaraz se desenvolvi¨® mejor que Sebasti¨¢n B¨¢ez hasta que el bonaerense, hart¨® de correr para contrarrestar los furibundos ataques del espa?ol, abandon¨® tras encajar un break en el tercer set, despu¨¦s de haber perdido por poco los dos primeros: 7-5, 7-5 y 2-0 en 2h29.
Alcaraz, que se enfrentar¨¢ ma?ana a otro argentino, en este caso natural de Rosario, Federico Coria, le dio al p¨²blico estadounidense lo que esperaba de ¨¦l: entrega, agresividad y puntos espectaculares. Entre todos ellos, queda para el recuerdo un willy potente y preciso que no pudo devolver B¨¢ez. Regresaba el murciano de 19 a?os, como el top-3 m¨¢s joven del torneo desde Nadal (19 y 2? favorito) en 2005, al escenario en el que asombr¨® a todo el mundo con su victoria en la tercera ronda del a?o pasado ante Stefanos Tsitsipas. Esos cinco sets de pasi¨®n en los que Carlitos se meti¨® en el bolsillo a la bulliciosa gente de Nueva York. No obstante, Alcaraz sufri¨® bastante para superar a un rival entusiasta, bravo y combativo, que brill¨® en la defensa de las ofensivas del prodigio de El Palmar. ¡°Sebasti¨¢n es un gran jugador, pele¨® hasta la ¨²ltima pelota, ha decidido lo mejor¡±, dijo de un tenista al que hab¨ªa vencido el a?o pasado camino de su t¨ªtulo en las NextGen ATP Finals.
¡°Es muy duro jugar as¨ª. En el segundo set lo he pasado mal para continuar a mi nivel tanto f¨ªsica como mentalmente. Pero la energ¨ªa que recibo en esta pista es muy especial¡±, reconoci¨® Alcaraz. El ambiente, al que poco a poco se va acostumbrando, le ayuda mucho m¨¢s de lo que puede perjudicarle. Porque Carlitos es un apasionado, que celebra los aciertos con rabia y contundencia, y sabe muy bien como calentar a los aficionados, ¨¢vidos de show en la jungla de cemento que es el Grand Slam neoyorquino.
En su salsa
Por eso, se sobrepuso a situaciones delicadas, sobre todo en esa segunda manga a la que hizo referencia, cuando B¨¢ez se puso por delante con un break para 4-3 y saque, que desgraciadamente para ¨¦l se qued¨® en nada por el inmediato contrabreak de Carlitos. Este remat¨® como hab¨ªa hecho en el primer set, en el duod¨¦cimo juego, y rompi¨® el servicio de un oponente que acus¨® problemas en una pierna, por los que fue atendido antes del comienzo del tercer parcial. Al verse muy por debajo y reventado, hinc¨® la rodilla y se rindi¨® sin remedio. Lo cierto es que no pod¨ªa m¨¢s. ¡°Nadie se merece un final as¨ª, ni los jugadores, ni los espectadores¡±, dijo Alcaraz, que se est¨¢ convirtiendo en un reputado frontman, apelativo con el que se califica a los l¨ªderes de los grupos musicales que son capaces de dirigir a las masas. Como ¨¦l.