Auger ense?a a Canad¨¢ el camino a la final de la Davis
El equipo norteamericano remonta en semifinales, como ya hiciera en cuartos, y disputar¨¢ la segunda eliminatoria por la Ensaladera de su historia.
Si tienen un problema en la Copa Davis, llamen a Felix Auger-Aliassime. El joven (22 a?os) tenista canadiense, el mejor de los presentes en las Finales de M¨¢laga si atendemos al ranking de la ATP (es 6?), se volvi¨® a disfrazar de Se?or Lobo este s¨¢bado para arreglar un nuevo entuerto fabricado por su compa?ero Shapovalov. Denis entreg¨® a Sonego el primer punto de las semifinales ante Italia (7-6 (4), 6-7 (5) y 6-4 en 3h15) y el pupilo de Toni Nadal mand¨® la eliminatoria al dobles con un 6-3 y 6-4 en 1h26 ante el 23? del mundo, Lorenzo Musetti (20 a?os). El pleito se ventil¨® entre Berrettini, decisi¨®n sorpresa del capit¨¢n italiano, Filippo Volandri, que lleg¨® tocado a M¨¢laga y estaba in¨¦dito hasta este s¨¢bado, cuando se emparej¨® con Fognini para la contienda final, y Auger-Aliassime, de nuevo capital junto a Pospisil: 7-6 (2) y 7-5 en 2h04 para Canad¨¢.
El equipo comandado por Frank Dancevic alcanza as¨ª la segunda final de su historia, tres a?os despu¨¦s de caer con Espa?a en Madrid, y en la misma temporada en la que derrot¨® a la Armada para alzar la ¨²ltima edici¨®n de la ATP Cup. Se toparon con un equipo en estado de euforia, que ven¨ªa de superar en cuartos a una Estados Unidos favorita sobre el papel. Se les volvi¨® a torcer de salida la eliminatoria, como ante los alemanes, pero todo parece funcionarles. Si en ese cruce Shapovalov y Pospisil sacaron adelante el dobles, en este, ante los problemas f¨ªsicos sufridos por Shapo contra Sonego, tiraron de una nueva dupla y tambi¨¦n prevalecieron sobre una Italia que tendr¨¢ que seguir esperando (y ya van 46 a?os) para volver a tocar metal en esta competici¨®n.
No desenton¨® en el primer set, pese a la inactividad, Berrettini, y los azzurri fueron los primeros en morder con un break en el tercer juego. El romano mandaba en la red y Fognini defend¨ªa el fondo de la pista ante unos canadienses por momentos aculados para defender los ataques de dos hombres con potencia. Pero tardaron poco Pospisil y Auger en devolver el golpe. Desde el 3-3 ya nadie tuvo argumentos suficientes al resto. Se lleg¨® al tie, con un primer parcial de 1-4 favorable a Canad¨¢, que consigui¨® otra minirotura y un 2-5 que acabaron haciendo bueno.
Lleg¨® la reacci¨®n italiana en el segundo set, con un quiebre tempranero que tambi¨¦n fue r¨¢pidamente contrarrestado. La losa ya fue muy pesada en las espaldas de los europeos, que no disfrutar¨ªan ninguna oportunidad m¨¢s. Tampoco concedieron con su saque hasta un und¨¦cimo juego en el que se empez¨® a fraguar la tragedia. Varios errores pusieron en ventaja a los canadienses. Les dieron dos bolas a sus rivales para forzar el desempate. Las rechazaron, y con ellas la posibilidad de jugar la octava eliminatoria por el t¨ªtulo de su historia.
Auger se zampa a Musetti
A Musetti le penaliz¨® su pobre desempe?o al servicio ante un rival en un estado de forma que permite pocas concesiones. Encaj¨® un 58% de primeros (porcentaje no mucho peor que el 62% de Auger), pero solo rentabiliz¨® el 59% de los mismos, mientras Auger se disparaba hasta el 91% y acumulaba 12 aces sin tolerar un solo acercamiento al break de Lorenzo. El pupilo de Toni Nadal exprimi¨® al m¨¢ximo sus escasas subidas a la red (seis puntos de seis) y fue una roca en el fondo.
Quebr¨® el saque de su rival por primera vez en el sexto juego del primer set, aprovechando una secuencia horrible, tres errores no forzados con rallies cort¨ªsimos, para el 0-40. El segundo set transcurri¨® con intercambio de juegos cortos, sin tentativas al resto de ning¨²n bando, hasta que Auger decidi¨® que era el momento de acelerar de nuevo. Otra vez le dio tres opciones de rotura Musetti, otra vez sac¨® r¨¦dito de la situaci¨®n un jugador al que, de un tiempo a esta parte, da gusto ver. Siempre calmado, siempre centrado, elegante en la victoria y la derrota. En el a?o de su despegue definitivo, ha alcanzado en las Finales la velocidad de crucero.
Shapovalov, desnortado
Un juego sintetiz¨® perfectamente lo que est¨¢ siendo Denis Shapovalov en esta Copa Davis: un tenista inconsistente. Tras perder el primer set, con 4-5 a su favor y restando para empatar su partido ante Lorenzo Sonego, el primero de las semifinales entre Italia y Canad¨¢, Shapo se puso con 0-40. Pocos minutos despu¨¦s, desperdiciadas esas tres bolas de break y dos m¨¢s que se procur¨® despu¨¦s, el juego se trasladaba al marcador de Sonego, al que le podr¨ªan las ganas despu¨¦s en el tie-break, pero que acabar¨ªa dando a la azzurra el punto gracias a una doble falta de su rival con el partido en el alambre.
Transalpino y norteamericano se embarcaron en una larga bacanal en el Mart¨ªn Carpena de M¨¢laga, marcada por el riesgo que ambos asumieron. Convirtieron el pulso en un descalzaperros hu¨¦rfano de t¨¢ctica, una bicoca para el p¨²blico que acab¨® ganando el que menos errores cometi¨® (22, con 32 golpes ganadores, Sonego; 32 y 40 Denis). En los cuatro primeros juegos les dio tiempo a perder su servicio una vez por cabeza. A la postre ser¨ªa la ¨²nica rotura de un Shapovalov que se dej¨® en el camino 12 bolas de break. Sonego supo aprovechar las desconexiones de su rival, la primera en el desempate de la manga inicial, cuando Shapovalov le permiti¨® coger un 5-1 que ya no fue capaz de recuperar.
El 45? del mundo, que ha adquirido un papel eminente en esta Italia por las bajas de Sinner y Berrettini y est¨¢ respondiendo (ya tumb¨® en cuartos al estadounidense Tiafoe), tuvo el triunfo en sus manos en el tie-break del segundo parcial. Shapovalov (18? de la ATP) le dej¨® estirarse hasta el 5-2, pero en los puntos clave pec¨® de ansia, mandando larga una volea a media pista primero y cometiendo despu¨¦s una doble falta que fabric¨® un tercer set a todo o nada. Le devolver¨ªa el favor Shapovalov (13-9 ahora en la Davis), que con 5-4 en contra y bola de partido para su oponente (con esta cuatro victorias y dos derrotas en la cita) firm¨® otra doble fatal para los intereses canadienses.