Rublev salva dos match-balls y se al¨ªa con la cinta
El ruso remont¨® un 2-5 en el quinto set y un 0-5 en el desempate para vencer al dan¨¦s Rune con una derecha que entr¨® tras tocar la red.
Ll¨¢menlo suerte, experiencia o fe, como quieran. Una de estas cosas o todas a la vez estuvieron del lado de Andrey Rublev este lunes en los octavos del Open de Australia. La cinta tambi¨¦n se ali¨® con el ruso, de 25 a?os y 5? favorito, para vencer a Holger Rune en un duelo trepidante que tuvo un final propio de la pel¨ªcula ¡®Match Point¡¯, de Woody Allen. Rublev hab¨ªa levantado un 2-5 en el quinto set, salvado dos puntos de partido con 5-6 y saque, y remontado un 5-0 en el superdesempate, antes ganar con una bola pegada de rev¨¦s que cay¨® como una losa en el lado de la pista de Rune tras tocar la red: 6-3, 3-6, 6-3, 4-6 y 7-6 (9) en 3h37. ¡°Una monta?a rusa es m¨¢s f¨¢cil que esto (el partido)¡±, dijo Andrey, que estaba m¨¢s que satisfecho. ¡°En mi vida hab¨ªa podido ganar partidos como este. Es la primera vez que lo consigo. No tengo palabras, estoy temblando a¨²n¡±.
Rune se lamentar¨¢ durante mucho tiempo de las oportunidades que dej¨® escapar, aunque el tiempo est¨¢ de su lado. Solo tiene 19 a?os y ya pelea de t¨² a t¨² con los mejores del mundo. Le falt¨® temple y m¨¢s partidos de alto nivel para triunfar ante el moscovita al que, de hecho, gan¨®, no hace mucho, de camino al t¨ªtulo en el Masters 1.000 de Par¨ªs. Aun as¨ª, el chico salv¨® dos puntos de partido, pero Rublev, que nunca hab¨ªa vencido a un top-10 en el Slam oce¨¢nico, se desquit¨® doblemente y alcanza los cuartos en Melbourne por segunda vez, s¨¦ptima en majors. Ese es el tope que tratar¨¢ de derribar el mi¨¦rcoles ante Djokovic. ¡°Nadie quiere enfrentarse a Novak, preferir¨ªa estar en el lado opuesto del cuadro¡±, dijo Andrey, antes de que el entrevistador bromeara con que se enfrentar¨ªa a un australiano en la pr¨®xima ronda. No ser¨¢ as¨ª.
El espect¨¢culo fue sensacional, incluso con sus muchos vaivenes, en ocasiones inveros¨ªmiles. Andrey conect¨® 22 aces para un total de 58 golpes ganadores, un despliegue ofensivo tremendo ante un rival condenado por sus m¨²ltiples errores no forzados (60) y por los nervios que le jugaron una mala pasada cuando ten¨ªa el choque pr¨¢cticamente ganado.