TENIS | MASTERS 1.000 CINCINNATI
D¨ªa negro para la Armada
Carre?o (1-6, 7-5 y 7-6 ante Kecmanovic), Davidovich (7-5 y 6-4 ante Kyrgios) y Albert Ramos (6-2 y 6-3 ante Fognini) se despiden de Cincinnati.
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Cero de tres. Ni Pablo Carre?o ni Alejandro Davidovich ni Albert Ramos. Ninguno de los tres representantes de la Armada ha sido capaz de superar la primera ronda del Masters 1.000 de Cincinnati, algo que s¨ª hizo Roberto Bautista ayer. El asturiano, en un duelo dur¨ªsimo en lo f¨ªsico, termin¨® cediendo ante Miomir Kecmanovic, que se enfrentar¨¢ a Jannik Sinner, por 1-6, 7-5 y 7-6(4). Tras coronarse en Montreal, se qued¨® sin pr¨®rroga en la fiesta. Foki, por su parte, pese a competir de t¨² a t¨² durante buena parte del partido, no pudo con un Nick Kyrgios en trance (7-5 y 6-4), con hambre de algo grande. Ramos, que abri¨® la jornada y termin¨® con molestias en su pierna izquierda, cay¨® ante otro jugador de escuela d¨ªscola, Pablo Fognini (6-2 y 6-3), que se enfrentar¨¢ a Andrey Rublev, sexto cabeza de serie. Kyrgios, en un partido de bandera, se medir¨¢ con el estadounidense Taylor Fritz.
Tres grandes cruces por delante que, seguramente, echar¨¢n de menos al reciente campe¨®n en Montreal. Carre?o, tan bien como cualquier otro, ya sabe lo dif¨ªcil que es ganar un Masters 1.000. Y, pese a un espejismo en el primer set, que parec¨ªa alargar el estado de gracia mostrado la semana pasada, Kecmanovic le recordaba los porqu¨¦s. Los dos acabaron exhaustos. Pablo, en alg¨²n momento, incluso, con s¨ªntomas de ciertas molestias f¨ªsicas. Pero los dos, tambi¨¦n, brindaron uno de los partidos de la jornada, decidido en un tie-break que revitalizaba al jugador espa?ol. Cuando peor parec¨ªa estar, pon¨ªa el 3-1 tras un latigazo a m¨¢s de 150 km/h. ¡°Vamos¡±, gritaba tras romper de nuevo al jugador serbio (4-3). Llegaba la hora del campe¨®n, pero se escap¨®.
Como el nuevo Kyrgios. Davidovich no se hab¨ªa enfrentado nunca al australiano, pero no es necesario haberlo hecho para saber qu¨¦ te vas a encontrar delante. ¡°Siempre digo que prefiero jugar en los grandes escenarios. Mejoro mi nivel y prefiero jugar en ese tipo de pistas. Sobre Kyrgios, es un ¡®showman¡¯, seguro que va a ser un partido entretenido de ver¡±, analizaba el malague?o, tambi¨¦n dado al espect¨¢culo, antes de la cita. No le faltaba raz¨®n. Dejadas por aqu¨ª, derechazos por all¨¢ y un mundo de golpes que se pueden resumir en el 15-0 de Kyrgios con 4-3 en el marcador del segundo set. Alejandro y Nick se encontraban en la red para intercambiar tres voleas despu¨¦s de correr de un lado al otro de la pista. El espa?ol, que ve¨ªa pasar la bola, se quedaba en el suelo sonriendo.
Como Nick, entre risas despu¨¦s de decantar a su favor el momento clave del partido. El australiano, que se hab¨ªa llevado un igualado primer set, que no se rompi¨® hasta el 6-5, respond¨ªa de inmediato a una rotura de Foki y a su propio car¨¢cter, complicado, que hasta despert¨® a su grada. ¡°C¨¦ntrate, sigue en el partido¡±, le gritaban, mientras el oce¨¢nico segu¨ªa en su propia guerra. La termin¨® librando y la gan¨®, como viene haciendo ¨²ltimamente. Ha vuelto al top-30 (es 28?) por primera vez desde febrero de 2020 y, tras acercarse a la gloria de un Grand Slam en Wimbledon, quiere m¨¢s. A?ade una victoria m¨¢s a su impoluto inicio en los torneos de este a?o (11-0) y, desde junio, su balance de victorias-derrotas brilla con un 22-4. A su manera, pero es cosa seria.
Albert Ramos, entre dolor
No hubo tanto colorido en el duelo de Albert Ramos, al que no le acompa?¨® ni el juego ni la fortuna frente a Fognini, otro de esos talentos dif¨ªciles de interpretar. Esta vez, eso s¨ª, fue ejemplar. Tanto en su juego, muy ordenado, como en su comportamiento, preocup¨¢ndose por un Ramos que, desde el inicio del segundo set, tras lograr un break que reavivaba las esperanzas, compiti¨® con dolor en su pierna izquierda. Entr¨® el fisio, que le atendi¨® con masajes en el muslo, pero la situaci¨®n ya no se pod¨ªa salvar. Sobre todo, tras un primer parcial que, an¨ªmicamente, pesaba mucho. El catal¨¢n, campe¨®n este a?o en C¨®rdoba, no aprovech¨® dos bolas de rotura iniciales que, lejos de intimidar a Fognini, le pusieron en alerta. Subi¨® una marcha tras otra hasta que el cuerpo de Albert dijo basta. Su mente sigui¨®, con nuevas opciones de break en el decisivo 3-5 de la segunda manga, pero, muy castigado en los movimientos laterales, encontr¨® su l¨ªmite.