Djokovic supera el susto de Griekspoor y es ajeno al ruido
El serbio, que cedi¨® el primer set y acab¨® enfrent¨¢ndose con el p¨²blico, vence a Griekspoor en tres mangas y alcanza sus d¨¦cimos cuartos de final del a?o.
Novak Djokovic no pierde un partido desde el pasado 16 de julio, cuando cay¨® ante Carlos Alcaraz en la final de Wimbledon. Desde entonces, 15 victorias seguidas. Hasta hoy, adem¨¢s, llevaba 19 sets ganados de forma consecutiva, sin ceder uno (dos, de hecho) desde el 2 de septiembre ante Laslo Djere en la tercera ronda del US Open. Este jueves, el neerland¨¦s Tallon Griekspoor, de 27 a?os y 23? del ranking ATP, tuvo el honor de cortar la segunda racha de Nole, aunque nada pudo hacer con la primera. El n¨²mero uno del mundo super¨® el susto que le dio su rival en la manga inaugural, y acab¨® remontando (4-6, 7-6(2) y 6-4 en 2h37) para alcanzar en el Masters 1.000 de Par¨ªs-Bercy sus d¨¦cimos cuartos de final del a?o en s¨®lo 11 torneos jugados. Este viernes (19:30, M+) se medir¨¢ con el dan¨¦s Holger Rune, que se deshizo de Daniel Altmaier por un doble 6-3 en 1h21.
El torneo parisino est¨¢ siendo el museo de los horrores para las principales estrellas del circuito masculino, con Carlos Alcaraz fuera de combate a las primeras de cambio y otros, como Jannik Sinner, v¨ªctimas de la mala planificaci¨®n y de las nocturnidades exageradas. No es el caso de Djokovic, que s¨ª mostr¨® signos de flaqueza en un momento de su duelo de octavos de final, pero que supo reponerse con maestr¨ªa y talante, como lleva a?os y a?os haciendo. Sin brillantez, de hecho bastante lejos de la misma, pero con un oficio envidiable para muchos, el de Belgrado lleva ya nueve participaciones seguidas en Bercy en las que alcanza, como m¨ªnimo, los cuartos de final. Ya van 30 victorias y una ¨²nica derrota este a?o en pista dura, y un pasito m¨¢s cerca de su s¨¦ptimo t¨ªtulo.
Sorprendi¨® el baj¨®n que tuvo Nole (quien ayer se retir¨® del dobles que iba a jugar con Kecmanovic minutos antes de saltar a una pista en la que ya esperaban sus rivales) en el ecuador del primer set, pues hab¨ªa comenzado el partido igual que lo hizo en el d¨ªa de ayer ante Etcheverry, como una moto. El quiebre del serbio se vio borrado por un valiente Griekspoor, que en la presente edici¨®n del torneo hab¨ªa sumado m¨¢s victorias (dos) que en todos los Masters 1.000 que hab¨ªa disputado previamente juntos (ten¨ªa un balance de 1-10). El verdugo de Davidovich en la pasada ronda apret¨® las tuercas de Djokovic, que peg¨® un baj¨®n f¨ªsico y lo pag¨® fallando m¨¢s primeros de la cuenta. De repente, Griekspoor se apunt¨® cinco juegos consecutivos para llevarse la manga inicial, la primera que le ganaba al n¨²mero uno del mundo en tres partidos entre ambos.
Enganch¨®n con el p¨²blico
Djokovic, que pidi¨® asistencia m¨¦dica al finalizar el primer set y se tom¨® un gel energ¨¦tico, como si estuviese falto de fuerzas (le pas¨® algo similar en la final de Cincinnati ante Alcaraz), tuvo incluso que salvar una bola de break que, de perderla, habr¨ªa supuesto un rosco virtual de Griekspoor al inicio de la segunda manga. No termin¨® de arrancar el ganador de 24 Grand Slams, que con 4-4 en el segundo set salv¨® un 15-40 que le habr¨ªa dado al neerland¨¦s un juego al saque para ganar el partido. La sorpresa no lleg¨®, y en el tie-break Nole impuso su ley para forzar el set definitivo. Como les suele pasar a jugadores de su talla, se aprovech¨® del miedo que le entr¨® a su rival, al que se le encogi¨® el brazo en el momento clave.
Ni siquiera un tempranero quiebre del serbio en el ¨²ltimo set le dio tranquilidad, pues Griekspoor lo recuper¨® para poner el 4-4. Djokovic concedi¨® el break con una doble falta, y de inmediato se enfrent¨® al p¨²blico, recriminando que hab¨ªa sido molestado durante su servicio. En un partido anodino, sin demasiada historia, Novak encontr¨® en este incidente la gasolina que necesitaba: gan¨® los ocho puntos restantes de manera consecutiva y liquid¨® as¨ª el encuentro. Durante esos minutos no dej¨® de ten¨¦rselas con el p¨²blico, que le volvi¨® a interrumpir un par de saques y que le dedic¨® unos cuantos abucheos, mientras que el n¨²mero uno pidi¨® que no cesaran. El dan¨¦s Holger Rune ser¨¢ la siguiente parada de un Nole que es ajeno al ruido como nadie en esto del tenis.
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