A Muguruza le falla la confianza contra Rybakina
La espa?ola no tuvo posibilidades ante una rival que era muy dura para una primera ronda, pero que se limit¨® a sacar bien para superarla.
No hay manera. El circuito femenino de tenis, dur¨ªsimo, no da demasiadas oportunidades cuando las cosas le van mal a una jugadora. Es el caso de Garbi?e Muguruza, campeona de las WTA Finales el pasado mes de noviembre, que cay¨® este mi¨¦rcoles por sexta vez en lo que va de temporada a las primeras de cambio en un torneo. En esta ocasi¨®n, el de Cincinnati y ante Elena Rybakina, campeona de Wimbledon, donde no gan¨® puntos. Por eso en este WTA 1.000 no es cabeza de serie y era una rival complicad¨ªsima para cualquiera en una primera ronda. Aunque Garbi?e tambi¨¦n puso de su parte y estuvo muy desacertada antes de perder por 6-3 y 6-1 en 73 minutos. Rybakina se ver¨¢ en octavos con la estadounidense Alison Riske, que pas¨® por abandono, antes de jugar, de la checa Bouzkova.
A Muguruza le falla claramente la confianza. Necesita no una victoria, como la que cosech¨® en Canad¨¢ contra Kanepi antes de despedirse frente a Bencic, sino un buen torneo para volver por sus fueros. Y tal y como est¨¢ ahora, es muy complicado que lo encuentre. El trabajo que tiene por delante es ten¨ªstico, pero tambi¨¦n psicol¨®gico. Porque lo primero lo tiene, fue campeona de dos Grand Slams, y la categor¨ªa est¨¢ ah¨ª, pero la igualdad a lo largo del curso es notoria, y pr¨¢cticamente cualquier chica puede ganar partidos. Se necesita autoridad y seguridad para imponerse.
No encontr¨® ninguna de las dos cosas la espa?ola. En el primer set reaccion¨® tarde, con un 5-1 en contra en el marcador. Solo consegu¨ªa puntos al resto contra segundos saques, porque los primeros los asegur¨® bien Rybakina (ocho aces y un 70% de puntos ganados). Tampoco hizo nada del otro mundo la kazaja de 23 a?os y 25? del mundo, que est¨¢ en un puesto que no le corresponde por aquel veto de puntos, a causa del l¨ªo ruso, en Wimbledon.
Quejas en voz alta
La segunda manga la inici¨® mal Garbi?e y, aunque trat¨® de reaccionar y se apunt¨® un r¨¢pido contrabreak, ya no gan¨® m¨¢s juegos en el resto del encuentro. Pocas veces se la ve quejarse en voz alta durante el juego. En esta oportunidad lo hizo. Todo el mundo desea verla a otro nivel y, sobre todo, con mejor esp¨ªritu y libre de angustia.