Ruud no da opción a la sorpresa ante Galán

Casper Ruud, vigente campeón del Trofeo Godó, arrancó con buen pie, con victoria. Eso sí, quizás no tan plácida como se presumía, a priori, porque tuvo delante a un respondón Daniel Elahi Galán, número 117 del mundo. El noruego estuvo una hora y 33 minutos en pista para superar su debut en la presente edición del torneo barcelonés y amarrar un partido que se saldó con un 6-4 y 6-3. Sigue adelante el que todos apuntan como posible, y deseado (con permiso de Tsitsipas), rival de Alcaraz en la final. En la siguiente ronda, Ruud se medirá al serbio Medjedovic.

Sigue en liza Ruud tras realizar un ejercicio de paciencia. Ya desde el inicio encontró una buena oposición en Galán. El colombiano tiró de acierto y mucha ilusión en los primeros juegos. Compitió como el que sabe que tiene mucho que ganar y poco que perder. Al fin y al cabo, delante tenía al vigente campeón de este Godó. Los nervios, al ver que no se despegaba en el marcador, ni lograba ningún break, pudieron hacer mella en Ruud, pero nada de eso. Esperó, tranquilo, su momento y este llegó tras una muestra de dominio de la situación y entereza. Se vio, en el noveno juego con un 0-30 y lo levantó con puntos perfectos, calmados y bien ejecutados. Se puso 5-4 y en el resto mordió. Rápido se puso 15-40 y cerró el punto, y el set, con una derecha excelente a la línea. 6-4 en 59 minutos.

Mucho tiempo para ganar el primer set, así que en el segundo dio la sensación de querer ir por faena. Por lo menos, para empezar, con servicio a su favor, juego en blanco. Aunque Galán le contestó igual y así hasta el 2-2. En el siguiente juego, el colombiano dio un paso adelante, se metió más en pista, y se colocó 0-30. Pero nada, Ruud volvió a emerger y se llevó el juego (3-2). En el sexto juego, tras una hora y 19 minutos de partido, empezaron a caer algunas gotas. Galán miró al cielo y esa nube le trajó también dos dobles faltas seguidas condenatorias, que dieron el punto a Ruud (4-2). El público, en las gradas, empezó a moverse aprovechando el cambio a bolas nuevas por culpa de la lluvia, pero fue un chispeo. Los tenistas siguieron a lo suyo y Ruud quiso, pese a cometer dos dobles faltas (no tuvieron el mismo efecto que las de Galán porque él las hizo con 40-0), finiquitarlo rápido. Aseguró su servicio, ‘dejó’ a Galán poner el 5-3 en el marcador y, en el último juego, el noruego no dudó: juego, set y partido. A por más.

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