Muere Nick Bollettieri, el gur¨² del tenis
El entrenador de figuras como Andre Agassi, Monica Seles o Maria Sharapova ha fallecido a los 91 a?os, seg¨²n confirm¨® Tommy Haas, otro de sus pupilos.


Gur¨². Genio controvertido. Forjador de leyendas. Puro tenis. Maestro de maestros... A Nick Bollettieri, que falleci¨® hoy a la edad de 91 a?os, se le podr¨ªa calificar y definir de muchas formas. Pero quiz¨¢ hablen m¨¢s por ¨¦l los nombres de las estrellas que pasaron por su academia, la NBTA (Nick Bollettieri Tennis Academy) en Brandenton, Florida. De una u otra forma, ¨¦l ayud¨® a forjar a Monica Seles, Jim Courier, Andre Agassi, Marcelo R¨ªos, las hermanas Venus y Serena Williams, Maria Sharapova, Boris Becker, Anna Kournikova, Mary Pierce, Tommy Haas...
Enjuto y con un moreno permanente fruto de sus muchas horas al aire libre, el t¨¦cnico nacido en Pelham (Nueva York) comenz¨® a finales de la d¨¦cada de los 60 del pasado siglo como director de tenis del Hotel Dorado Beach de Puerto Rico. De ah¨ª pas¨® a otro en Florida. Y de ah¨ª, a inaugurar su academia en 1978, en un terreno destinado a cultivar tomates. Un internado para fabricar n¨²meros uno. El primero con esa ¡®filosof¨ªa¡¯. La de separar a los ni?os con talento (o dinero) de sus padres para exprimir hasta su ¨²ltima gota de esfuerzo y talento.
Agassi, en su autobiograf¨ªa Open, defini¨® esa academia como ¡°un lugar que la gente le gusta llamar campamento militar, pero en realidad es un campo de prisioneros glorificado¡±. Su tir¨¢nico padre, Emmanuel, el que le hac¨ªa devolver bolas al insansable ¡®Drag¨®n¡¯ que fabric¨®, vio un reportaje sobre la NBTA y decidi¨® enviar all¨ª a su hijo. Un reportaje en el que se ve¨ªa a los chicos dormir en camastros, comer poco, limpiar las instalaciones e incluso los deportivos el jefe.
Cuando Bollettieri vio al chaval de Las Vegas, le dijo a su padre que podr¨ªa quedarse gratis. Despu¨¦s, se convertir¨ªa en entrenador de Agassi durante una d¨¦cada, pero antes tuvo que domar al chico que se pintaba las u?as, se ten¨ªa el pelo y fumaba y beb¨ªa en esa ¡®c¨¢rcel¡¯ donde el primer mandamiento era ser competitivo. Y Agassi lo fue. Como Monica Seles, esa chica que lleg¨® de Novi Sad, de la antigua Yugoslavia, con su exigente familia. Con 16 a?os, por roces cons sus progenitores, rompi¨® con ella. Pero se dispar¨® gan¨¢ndolo todo. Como Maria Sharapova, un caso similar, de que Bollettieri dec¨ªa que ¡°ten¨ªas que matarla para vencerla¡±. Lleg¨® hasta ¨¦l con ¡°setecientos d¨®lares enrollados en un bolsillo¡±. Sus ¡®productos¡¯ eran tan buenos, que la multinacional del entretenimiento y representaci¨®n IMG le compr¨® la Academia en 1987 para modelar a sus talentos, pero Bollettiri nunca cedi¨® el mando.
Sin grandes conocimientos t¨¦cnicos, el que luego ser¨ªa gur¨² y miembro del Sal¨®n de la Fama, entren¨® o aconsej¨® a diez n¨²meros uno mundiales: Agassi, Courier, Seles, Becker, R¨ªos, Jankovic, Hingis, Sharapova y las hermanas Williams. Un genio controvertido, un sargento de hierro. Pero una garant¨ªa de ¨¦xito. En su biograf¨ªa dej¨® una frase reveladora: ¡°Deseaba ser el mejor y m¨¢s famoso entrenador de tenis del mundo. Bueno, admito que tambi¨¦n quer¨ªa ser rico¡±. Logr¨® las dos cosas.