Momento Davidovich: segunda final seguida en Acapulco

Alejandro Davidovich es uno de los tenistas del momento. Sin discusión. Este sábado, el espa?ol (25 a?os y 48? del mundo) superó a Denis Shapovalov (7-6(3) y 7-6(1) en 2h15) en el ATP 500 de Acapulco (México) para acceder a su segunda final seguida en el circuito, en el que aún no tiene ningún título, rara avis entre tenistas de su entidad. El checo Tomas Machac (24 a?os y 25?) será su último obstáculo en la madrugada de este domingo (no antes de las 4:00). La tercera oportunidad de alcanzar la gloria, después de caer en el partido por el título en Montecarlo 2022, con Stefanos Tsitsipas como verdugo, y hace dos semanas en Delray Beach, donde dejó escapar dos puntos de partido contra Mimomir Kecmanovic. “Qué injusto”, le repitió entonces Foki a su entrenador, David Sánchez (en México, está con Félix Mantilla). Pocos días después, se dio la oportunidad de resarcirse.

“El partido estuvo muy ajustado. En el primer set, probablemente, él mereció algo más. En el segundo, merecí más yo. En todo caso, nunca dejé de luchar. Estaba preparado para todo. No todos los días estoy en las semifinales de un ATP 500 y estoy muy contento por cómo me he recuperado en el primer set y por cómo he continuado en el segundo, evitando que él pudiera volver”, valoró esta vez Davidovich, totalmente exhausto, pero incapaz de contener las muecas de felicidad en su cara. “Nunca se sabe. Al principio de la semana, ya casi estaba pensando en Indian Wells y ahora estoy aquí (en su debut, salvó cuatro bolas de partido contra Bellucci). No sé qué pasará ma?ana, pero voy a luchar por ello”, respondió sobre sus posibilidades contra Machac, otro jugador que aún no ha estrenado su palmarés. Posiblemente, será un partido por el título entre los dos mejores jugadores sin títulos de la actualidad.

El partido contra Shapovalov, de camino a su mejor nivel tras a?os muy duros (es 32? del mundo y ha ganado dos títulos desde noviembre, en Belgrado y Dallas), fue un partido más made in Davidovich. El espa?ol, de talento incuestionable, es uno de los jugadores más imprevisibles del mundo. Los guiones de sus partidos, por ello, suelen ser extremadamente retorcidos. Puede pasar de todo en cualquier momento. Esta temporada, sin embargo, y después de un receso en su progresión, la moneda está cayendo más de su lado. Ya pasó en el Open de Australia, de donde se despidió por puro agotamiento después de remontar dos sets contra Felix Auger-Aliassime y Jakub Mensik, en Delray Beach, donde ganó a Taylor Fritz entre fuertes dolores de espalda, o esta misma semana, con ese debut contra Bellucci como mejor muestra.

Esta vez, Davidovich empezó dándole la vuelta a un 4-1 y a un exceso de “nervios” iniciales. Con templanza, sin embargo, remó a base de primeros servicios (70% y 65% de puntos ganados con ellos) y con una muy buena lectura de la situación, aprovechando “unas bolas pesadas” que podían penalizar más a Shapovalov. Con ese cambio de chip, escaló hasta el tie-break de la primera manga, que se llevó con puntos de muchos quilates, y se envalentonó en el inicio de la segunda, en la que salió con un parcial de 3-0 a favor. En ese momento, todo volvió a empezar. Demasiado sencillo para Foki. Del 3-0 se pasó al 4-4 y, de ahí, a otro desempate que el jugador espa?ol volvió a jugar con maestría (salió con un 6-0). Una victoria marca de la casa, que le vuelve a situar como el segundo mejor espa?ol del ranking (es 39? virtualmente, por delante de un Pedro Martínez que había ocupado ese honor en los últimos meses) y que le abre de nuevo las puertas a un título. A la tercera va la vencida, dicen.

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