Carlos Alcaraz queda eliminado de las ATP Finals

Las ATP Finals seguir¨¢n un a?o m¨¢s sin tener un campe¨®n espa?ol. Carlos Alcaraz, que aspiraba y aspirar¨¢ a suceder en el historial de la Armada a Manuel Orantes (Houston 1976) y ?lex Corretja (Hannover 1998), perdi¨® en dos sets (7-6 (5) y 6-4) contra un inconmensurable Alexander Zverev para decir adi¨®s a esta edici¨®n de la Copa de Maestros.

Porque, por su balance negativo de sets (2-4) y de juegos (29-35), con una victoria y dos derrotas, Carlos, semifinalista en 2023, no tendr¨ªa ya posibilidades, aunque Andrey Rublev ganase a Casper Ruud en la sesi¨®n nocturna y se produjera un triple empate por la segunda plaza. Zverev, alem¨¢n de 27 a?os y n¨²mero dos del mundo, que ya ha ganado, con esta, seis veces al murciano en 11 enfrentamientos, tiene asegurada la primera y se enfrentar¨¢ en las semifinales del s¨¢bado (14:30, Movistar +) al estadounidense Taylor Fritz.

Un partido con mucha miga

Los ¨¢nimos desde el box de Alcaraz, repleto de gorras, no cesan. Y el de El Palmar lo intenta todo, pero Zverev est¨¢ impecable. Con su t¨¦cnica exquisita, empu?adura oeste, y una media de 220 km/h de velocidad en sus primeros saques, se muestra inexpugnable. Adem¨¢s, amenaza permanentemente los servicios de Carlos, que logra salvar un 15-40 y m¨¢s tarde un 0-40. Incluso un primer punto de set del hamburgu¨¦s, antes del desempate. ¡°Desde ah¨ª atr¨¢s, atr¨¦vete, que hay mucho sitio¡±, le dice Ferrero a su pupilo, que tiene que restar bastante lejos de la l¨ªnea de fondo.

El tie-break le sale rana despu¨¦s de un passing tremendo de Zverev que sienta las bases que le llevan a hacerse con el primer parcial, pese al intento de remontada loable de Alcaraz con un globazo precioso, de mucho m¨¦rito frente a un bigardo de 1,98. Ceder en esa suerte le enfada y tira la raqueta en el banquillo. ¡°Un nivel incre¨ªblemente alto. Especialmente, en el desempate, fue absurdo. Hubo algunos puntos en los que pens¨¦ que ¨¦l era Spider-Man otra vez¡±, reconocer¨ªa Alexander tras el partido.

La segunda manga empieza mal para ¨¦l, con el primer quiebre del partido a favor de su rival que, acto seguido, le hace un juego en blanco. La cosa est¨¢ muy mala. ¡°Seguimos remando, ?eh?¡±, le dice su entrenador. Pero Zverev no est¨¢ por la labor de dejarle navegar. Y Carlos debate con su equipo, en busca de soluciones. ¡°Quiero meter el rev¨¦s ocho metros dentro y se me va fuera¡±, les dice.

Sigue resfriado, juega otra con la tira nasal puesta, y en los descansos se suena la nariz. Y, por primera vez, tiene bolas de break. Aunque con 15-40 le pega con la ca?a y la pelota coge una par¨¢bola ideal para un homerun en b¨¦isbol, no para el tenis. Luego falla dos derechas y adi¨®s. ¡°?Siempre a la red, siempre!¡±, se queja. Y nada cambia. Zverev mejora y triunfa tambi¨¦n intercambios en los intercambios largos. Corre como una gacela para llegar a las dejadas, aunque una de ellas le permite a Alcaraz encontrar el hueco por el que meterle un pasante en el ¨²ltimo juego y so?ar con la remontada. Sin embargo, un rev¨¦s que parec¨ªa entrar, se le va fuera por muy poco. Y Sascha le env¨ªa un misil de saque, que no puede devolver. Hasta ah¨ª llega su segunda aventura en Tur¨ªn. Hasta el a?o que viene. ¡°Me gan¨® muchas veces este a?o en partidos importantes, as¨ª que estoy contento de haber ganado este. Siento que tenemos una gran rivalidad y tambi¨¦n una gran amistad. Siempre es agradable jugar con ¨¦l, excepto cuando me gana¡­ Eso no es agradable. Pero compartir la cancha con ¨¦l¡­ es un gran tipo¡±, sentencia el vencedor. Viva el fair play.

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