De la elegancia del ¡®Big Three¡¯ a los ¡®bad boys¡¯ de la ¡®Next Gen¡¯
Las j¨®venes estrellas llamadas a heredar el reinado del tenis son cada vez m¨¢s protagonistas por su comportamiento.
El tiempo pasa, las batallas se agotan y la ¨¦poca m¨¢s gloriosa del tenis va llegando a su fin. Rafa Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic son los culpables de casi dos d¨¦cadas de una legendaria rivalidad que ha sobrepasado cualquier l¨ªmite entre los deportes. Su legado es eterno y el reto de igualarlo da hasta v¨¦rtigo de solo pensarlo. El circuito ATP lleva a?os promocionando a posibles reyes para su trono, con muchos aspirantes y pocas certezas. Y es que los Medvedev, Zverev, Tsitsipas o Kyrgios lideraron las diferentes campa?as ¡®Next Gen¡¯ como los tenistas capaces de protagonizar ese relevo generacional, pero m¨¢s lejos de la realidad, en muchas ocasiones han logrado que se hable m¨¢s de sus pol¨¦micas que de sus resultados.
El ¨²ltimo episodio se vivi¨® el pasado s¨¢bado sobre la hierba de Wimbledon entre Kyrgios y Tsitsipas en un partido protagonizado por los pelotazos, insultos y reproches que acab¨® con una nueva sanci¨®n econ¨®mica de la ATP para ambos tenistas. Y es que este tipo de situaciones se est¨¢ volviendo cada vez m¨¢s usual en un deporte que siempre se ha caracterizado por su se?or¨ªo y caballerosidad. Pero si hay un tenista que lidere el r¨¦cord de incidentes es Nick Kyrgios. El australiano es y ha sido noticia m¨¢s a lo largo de su carrera por sus p¨¦simas actitudes que por sus logros deportivos. Desde verle romper raquetas, a pelearse con el p¨²blico e insultar a rivales y jueces, hasta jugar con desgano.
A¨²n con todo, el talento rebelde de Kyrgios es innegable y ahora le ha llegado su gran ocasi¨®n. Tras la retirada por la lesi¨®n abdominal de Rafa Nadal en Wimbledon, el australiano se ha colado por primera vez en su carrera en una final de Grand Slam. A sus 27 a?os y tras una treintena de intentos fallidos, Kyrgios que no hab¨ªa pasado nunca de cuartos de final en un ¡®major¡¯, tendr¨¢ la oportunidad de su vida para demostrar que, adem¨¢s de ser ¡®el bad boy¡¯ del tenis por excelencia, es uno de los mejores jugadores del circuito y puede ser el heredero del ¡®Big Three¡¯.
Otro de los integrantes de esta ¡®Next Gen¡¯ es el ruso Daniil Medvedev, n¨²mero uno del mundo, que tambi¨¦n ha dejado varios episodios que involucraron discusiones acaloradas e inapropiados gestos. El ¨²ltimo cap¨ªtulo ocurri¨® en la final de Halle donde Medvedev perdi¨® completamente los papeles y pag¨® su frustraci¨®n con su entrenador a base de gritos que provocaron su salida de pista en mitad del encuentro, aunque el m¨¢s pol¨¦mico fue en Wimbledon 2017, donde, con tan s¨®lo 21 a?os, lanz¨® monedas de forma ir¨®nica al juez de silla tras caer derrotado.
Alexander Zverev y Stefanos Tsitsipas son otros dos tenistas que cuentan con un largo historial. El alem¨¢n fue expulsado del ¨²ltimo Abierto de M¨¦xico tras golpear la silla del juez en varias ocasiones y que roz¨® la agresi¨®n, mientras que el griego es acusado en el circuito por falta de deportividad ante temas como el de los toilet breaks.
Entonces, ?qu¨¦ le pasa a esta nueva generaci¨®n? Hay quienes tildan a estos ¡®bad boys¡¯ de maleducados e irrespetuosos dentro de la pista, mientras hay quienes aventuran que sus malas conductas son fruto de la gran presi¨®n que les genera el ser los ¡®herederos¡¯ del ¡®Big Three¡¯. Pero lo que es obvio y si hay algo certero como que el agua moja, es que la ATP los necesita, pues nunca antes el mundo del tenis se quedar¨¢ tan hu¨¦rfano como cuando las tres leyendas decidan retirarse. Sea como fuere, lo que en su d¨ªa fue una rivalidad se?orial y deportiva en el mundo ten¨ªstico se ha convertido en un futuro ilusionante e incierto a partes iguales.