El tenis italiano ya tiene su Risorgimento

Italia es campeona la Copa Davis por segunda vez en su historia, la primera desde 1976. Le dieron una nueva Ensaladera este domingo entre Matteo Arnaldi y Jannik Sinner, verdugos de una Australia encarnada en Alexei Popyrin y Alex De Mi?aur, que cedieron respectivamente por 7-5, 2-6 y 6-4 en 2h29 y por 6-3 y 6-0 en 1h22 en el Mart¨ªn Carpena de M¨¢laga, lleno gracias al esp¨ªritu aventurero de los aussies, capaces de recorrer m¨¢s de 15.000 kil¨®metros para arropar a su equipo, y a la querencia italiana por la Costa del Sol.

Ambos vencedores son exponentes de la hornada de j¨®venes italianos que progresa ¨²ltimamente en el circuito, la que comanda Sinner (el primer top-5 de la historia del pa¨ªs desde Adriano Panatta, precisamente l¨ªder de la escuadra campeona en el 76) y que incluye tambi¨¦n a Musetti, otro activo en el equipo italiano (26 a?os de media, y porque Simone Bolelli tiene 38) de esta Davis, a Flavio Cobolli o Luca Nardi, todos de 22 a?os para abajo, am¨¦n de una potente selecci¨®n femenina que este mismo mes acab¨® subcampeona en la Billie Jean King Cup. Y eso que en M¨¢laga falt¨® Berrettini, algo mayor (27 primaveras) pero tambi¨¦n con mucha carrera por delante.

Es el Risorgimento ten¨ªstico de un pa¨ªs que entre esos dorados a?os 60 y 70 y la actualidad solo pis¨® una final de Davis, la de 1998, perdida ante Suecia en el Forum de Mil¨¢n. Ahora recoge los frutos de la apuesta decidida por el futuro de Angelo Binaghi, presidente de la federaci¨®n nacional desde 2001, que ha llevado la cifra de torneos Challenger que acoge el pa¨ªs hasta los 23, adem¨¢s de cuatro citas de categor¨ªa WTA 125 en el ¨¢mbito femenino, el Masters 1.000 de Roma, un WTA 250 en Palermo... Tambi¨¦n del impulso que de la ATP, presidida por Andrea Gaudenzi, transalpino, con las NextGen Finals primero y ahora con el Masters en Tur¨ªn.

El renacer lo encabeza Sinner (4? raqueta ATP), una suerte de V¨ªctor Manuel II, de Cavour o si lo prefieren un Garibaldi en este s¨ªmil hist¨®rico. Se merend¨® a De Mi?aur (12?), un jugador que suele dar mucha guerra en superficies r¨¢pidas, con un clinic de tenis. Sirvi¨® un 71% de primeros y gan¨® el 74% de puntos con ellos, minimiz¨® errores no forzados (11) y maximiz¨® sus oportunidades con 35 golpes ganadores. Solo hubo historia, y no mucha, en un primer set que comand¨® desde que en el tercer juego consiguiera el primero de sus cinco breaks de la tarde. El segundo fue para el 6-3 que puso a De Mi?aur a remolque y dio paso a un segundo parcial convertido en mon¨®logo. Lo despach¨® en poco m¨¢s de media hora un Jannik que acumula 11 victorias en 15 partidos en esta competici¨®n, invicto en una semana que le enfrent¨®, ya en semifinales, a Novak Djokovic. Est¨¢ alcanzando su madurez deportiva, que ser¨¢ la madurez de esta generaci¨®n italiana.

El partido ¡°m¨¢s importante¡± de Arnaldi

Pero fue Arnaldi quien primero acerc¨® la Ensaladera a los hombres de Filippo Volandri, en el partido ¡°m¨¢s importante de su vida¡±, un pulso algo desvirtuado por los nervios de ambos contendientes, de 22 y 24 a?os respectivamente y con un bagaje que se reduce a nueve apariciones, contando esta, en la competici¨®n. Tres victorias y dos derrotas luce ahora Matteo, n¨²mero 44 del ranking, que sali¨® como un tiro, quiz¨¢ espoleado por un contexto que explic¨® despu¨¦s, (¡±Muri¨® hace poco una persona muy importante para m¨ª y para mi familia. Es para ella¡±, dijo) y r¨¢pidamente se coloc¨® 3-1 arriba. Visto y no visto, porque Popyrin devolvi¨® el break inmediatamente para el 3-3. Intentaba mandar desde el fondo con su potencia el de S¨ªdney, de 24 a?os y 40? del mundo, que acabar¨ªa con 12 saques directos y 47 ganadores (el problema es que tambi¨¦n acumul¨® 31 errores no forzados). En la red ambos fueron un desastre, 0 puntos de 9 combinados en las subidas.

Avis¨® en el d¨¦cimo juego Arnaldi, que desperdici¨® ah¨ª tres bolas de break pero s¨ª mordi¨® en su siguiente turno al resto, antes de que su servicio entrara en barrena en el amanecer de la segunda manga, cuando lo perdi¨® dos veces seguidas y cedi¨® un parcial de 4-0 que ya no ser¨ªa capaz de recuperar. Las penurias al saque del italiano continuaron en el tercer y decisivo acto. Tuvo que levantar tres oportunidades de break en su primer turno, y otras dos en el segundo. Super¨® el trance y tras un par de juegos m¨¢s tranquilos pas¨® al ataque. Acab¨® rompiendo a Popyrin, para un 6-4 que fue agua bendita, luego se demostr¨®, para Sinner.

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