Muguruza reduce a Kontaveit y derriba otra barrera

Garbi?e Muguruza se hizo gigante en Guadalajara (M¨¦xico) para levantar por primera vez para el tenis femenino espa?ol el t¨ªtulo de las WTA Finals. Manolo Orantes (1976) y Alex Corretja (1998) s¨ª lo hab¨ªan conquistado en la versi¨®n masculina. Otra barrera ha ca¨ªdo. La tenista de 28 a?os, precisamente 28 a?os despu¨¦s de que Arantxa S¨¢nchez Vicario perdiese ante Steffi Graf en el Madison Square Garden de Nueva York la ¨²nica final disputada por una espa?ola, no fall¨® en su gran oportunidad ante Anett Kontaveit: 6-3 y 7-5 en 1h:38.

La 50 edici¨®n del Masters femenino, la primera en Latinoam¨¦rica por circunstancias de una pandemia que mantiene 'cerrada' China, fue para una tenista enorme que encontr¨® su punto de madurez en una semana m¨¢gica, arropada por un p¨²blico que la adopt¨® para llevarla en volandas d¨ªa tras d¨ªa. "?No s¨¦ qu¨¦ tiene M¨¦xico que me emociono!", exclam¨® exultante a pie de pista.

Muguruza, la jugadora que asombr¨® al mundo en Roland Garros 2016 y Wimbledon 2017, ha vuelto. Sale del torneo tres del mundo, posici¨®n que no ocupaba desde julio del 2018, y con tres t¨ªtulos en su raquetero: el 1.000 de Dub¨¢i, el 500 de Chicago y el torneo de maestras. Ninguna temporada hab¨ªa llegado a esa cifra.?

La tenista nacida en Caracas y criada ten¨ªsticamente en Barcelona sali¨® con la camiseta del Tri, la selecci¨®n mexicana, dispuesta a calentar el Centro Panamericano de Zapop¨¢n. Su raqueta ya estaba 'on fire'. Ven¨ªa encendida por su partidazo frente a Paula Badosa (doble 6-3) el d¨ªa previo. Enfrente, una jugadora de 25 a?os debutante en el c¨®nclave de las mejores a la que hab¨ªa superado ya en la fase de grupos frenando una racha de 12 victorias seguidas. La estonia, pura dinamita, hab¨ªa conquistado cuatro t¨ªtulos en sus ¨²ltimos siete torneos en un prodigioso esprint final que la llev¨® a M¨¦xico. Pero la experiencia es un grado.

La agresividad con control de Muguruza, el equilibrio, se iba a imponer de entrada al planteamiento desbocado de Kontaveit. Apret¨® y apret¨® la espa?ola. Logr¨® un break para 2-1 que ya provoc¨® que la estonia se sentara en el intercambio con el rostro entre las manos, al borde de que la espita de la presi¨®n saltara. Pero errores en la red de Garbi?e facilitaron el contrabreak de la pupila de Dmitry Tursunov. Tranquilidad. Era cuesti¨®n de tiempo. De seguir empujando, tirando profundo, asegurando el primer servicio (75% de primeros dentro), fallando lo justo (10 errores no forzados contra los 22 de Kontaveit en la manga) hasta que llegaron otras dos roturas.

"Vine al torneo sin nada que perder", hab¨ªa advertido en la previa la de Tallin, n¨²mero ocho del mundo y con siete victorias ante top-ten este a?o, en modo kamikaze. Pero enfrente se encontr¨® a una jugadora que fue creciendo en el torneo. Se sobrepuso a la derrota inicial frente a Karolina Pliskova para remontar a Barbora Krejcikova y frenar en un todo o nada el ca?¨®n de Kontaveit. Llegaba lanzada.

Muguruza, ante una c¨¢tedra en la que estaban Billie Jean King, Chris Evert o Martina Navratilova, sab¨ªa que pod¨ªa imponer sus galones. Los que dan estar en el club de ganadoras de Grand Slam. Se vio break abajo en la segunda manga, pero con restos fulminantes igual¨® el pulso materializando un drive impulsado por un alarido que le sali¨® del coraz¨®n. Se procur¨® tres bolas de partido y a la primera lo cerr¨® y se derrumb¨®, llorando boca arriba, en el suelo. Liberada, fue a abrazarse a Conchita Mart¨ªnez, su entrenadora y que particip¨® en 12 ediciones del Masters sin ¨¦xito. Este es tambi¨¦n parte suyo. El m¨¦rito de sacar la mejor versi¨®n de un talento que, cuando juega as¨ª, es imparable.?