Nadal tumba a Djokovic para levantar su 10? t¨ªtulo en Roma
El balear gan¨® en una gran final a Djokovic para cosechar su 10? t¨ªtulo en el torneo y empatar con el serbio a 36 de Masters 1.000. Est¨¢ a una victoria de igualar el cara a cara (29-28).
Roma volvi¨® a sonre¨ªr a Rafa Nadal cuando m¨¢s lo necesitaba. El balear se agigant¨® otra vez ante el mejor rival posible, Novak Djokovic, vigente campe¨®n, para levantar su d¨¦cimo t¨ªtulo all¨ª, el 88 en total de su surreal carrera, 36? de Masters 1.000 con el que iguala al serbio en lo alto de la tabla hist¨®rica de la categor¨ªa. En la Ciudad Eterna se vivi¨® un nuevo duelo de la madre de todas las rivalidades, el 57?, entre dos de los mejores jugadores de la historia, viejos rockeros de 34 y 33 a?os que no se rinden y que se enfrentaron por novena vez (6-3 para el ganador) en la Centrale del Foro It¨¢lico. No defraudaron."La NextGen somos nosotros", brome¨® con intenci¨®n Djokovic en la entrega de trofeos. M¨¢s tarde reconoci¨® que su admirado archienemigo fue ¡°mejor en los momentos decisivos¡±.
Y es que en esta ocasi¨®n la balanza se inclin¨® a favor de Nadal, que lleg¨® a la final tras salvar dos bolas de partido contra Denis Shapovalov en octavos, con ¡°algo de suerte¡±, como dijo ¨¦l,?pero antes hab¨ªa superado a Jannik Sinner y despu¨¦s, en cuartos, a Alexander Zverev, otros dos pujantes j¨®venes. Desde 2017 casi ha nivelado el cara a cara contra el de Belgrado, que domina a¨²n por 29-28, pero desde 2017 y tras una racha de siete victorias consecutivas de Novak, Rafa manda por 5-3, con dos t¨ªtulos en la capital transalpina (el de este domingo y el de 2019) y otro en Roland Garros de por medio. A Par¨ªs llegar¨¢ con la moral por las nubes, a por el 14? trofeo y tras abatir al n¨²mero uno. Aviso para navegantes.
Da gusto ver el tenis que ofrecen estos dos astros: t¨¢ctico, variado, t¨¦cnicamente impecable y tambi¨¦n potente cuando es necesario. Cada uno con sus armas, los restos de Djokovic, su rev¨¦s conductor, el genial drive invertido de Nadal y sus env¨ªos cruzados.?, una mezcla divina con la que produjo 37 impactos ganadores. Uno no se cansa de verlos por muchos a?os y partidos que pasen. Se conocen tanto que llama la atenci¨®n que a¨²n se sorprendan. Pero ocurre. Pas¨® en el segundo juego del partido, cuando Nole vole¨® desde abajo muy lejos de la red un envi¨® de Rafa que ol¨ªa a winner. Le ayud¨® de camino al primer quiebre del partido. Pero en el turno siguiente, una combinaci¨®n de rev¨¦s cortado y bola alta le dio el contrabreak al espa?ol, que poco despu¨¦s sufri¨® otro revolc¨®n por culpa de una l¨ªnea levantada. ¡°?Cada pu?etero d¨ªa, nos vamos a matar a final!¡±, se quej¨®. Refunfu?¨® m¨¢s tarde Djokovic al dirigirse a su equipo tras encajar una segunda rotura que fue letal, porque Nadal la consolid¨® para apuntarse el primer set.
El tiempo era el peor enemigo del balc¨¢nico tras la paliza f¨ªsica del s¨¢bado (cinco horas en dos partidos exigentes), y por eso intent¨® buscar puntos r¨¢pidos en la segunda manga. El hombro derecho empez¨® a molestarle, sobrecargado por el esfuerzo del d¨ªa anterior, y encontr¨® alivi¨® y reacci¨®n en la meditaci¨®n durante los descansos. Necesitaba buenos servicios, dejadas, golpes ganadores que no le obligaran a entrar en largos intercambios ni a correr m¨¢s de la cuenta. La tarea de Nadal era intentar trastocar ese plan y lo intent¨® con un 30-40 en el 2-1. Aunque cuando m¨¢s tocado parec¨ªa, Nole, un tipo de cuyo lenguaje corporal nunca hay que fiarse, se adelant¨® sin remedio con dos roturas (5-1). Con inteligencia, le quit¨® ritmo al duelo y eso perjudic¨® al manacor¨ª.
Movimiento y saque
Nadal ten¨ªa que ordenar el partido, hacerlo de nuevo m¨¢s din¨¢mico, meterle mucho movimiento. Y as¨ª arranc¨® el tercer set, con una tensi¨®n tremenda. El devenir del choque le requer¨ªa tambi¨¦n sacar mejor para continuar el punto con el drive y dominar. Porque Novak jugaba con mucha elasticidad y de tiral¨ªneas. El 3-2 fue dram¨¢tico y sacarlo adelante fue una inyecci¨®n de moral para el campe¨®n. Tanto que el siguiente resto lo gan¨® en blanco (4-2) con una determinaci¨®n estremecedora. Faltaba el remate. Lo m¨¢s complicado. La mejor¨ªa del servicio ayud¨® en el momento justo y tambi¨¦n el l¨®gico baj¨®n de Djokovic, que no tuvo m¨¢s remedio que entregarse no sin antes pelear. Fue otra batalla para la historia.
Resultados Masters 1.000 Roma.