El tenis debe evolucionar: as¨ª s¨ª ir¨¢n los mejores
La Copa Davis ha sido mi vida. Nunca puse pegas para jugarla. Fueron 120 partidos entre individuales y dobles y 46 eliminatorias. Con recuerdos imborrables para m¨ª y para el deporte espa?ol, como las dos primeras finales que nos toc¨® jugar en la hierba de Australia en 1965 y 1967 y que sirvieron para dar a conocer el tenis en Espa?a. Despu¨¦s viv¨ª la tensi¨®n desde el banquillo de capit¨¢n y siempre he querido disfrutarla de cerca por su magia tan especial. La ¨²ltima vez hace poquito, en Marbella, en mi segunda casa.
Digo todo esto para significar lo especial que es para m¨ª esta competici¨®n centenaria. Me importa mucho, pero me importaba y me preocupaba tambi¨¦n ver c¨®mo ¨²ltimamente corr¨ªa incluso riesgo de desaparecer. En la ¨²ltima primera ronda no estuvo Rafa Nadal, ni Roger Federer, ni Novak Djokovic, ni Andy Murray... por unas circunstancias u otras, los mejores se han ido reservando ya para las finales durante los ¨²ltimos a?os. Demasiadas ausencias que acababan ?desvirtuando la Davis.
As¨ª que no veo mal el cambio de formato que propone la Federaci¨®n Internacional con la idea de Gerard Piqu¨¦. Y que, ojo, todav¨ªa debe aprobarse por las federaciones nacionales. Puede sonar raro que diga esto de una competici¨®n que me ha dado tanto y con una tradici¨®n tremenda. Pero se dar¨¢ m¨¢s categor¨ªa a la competici¨®n porque estoy seguro de que acudir¨¢n a jugarla los mejores y ser¨¢ un torneo gigante. Un gran espect¨¢culo durante una semana. Todo tiene que evolucionar, tambi¨¦n el tenis, que es un deporte que muchas veces parece estancado. La pena es que la tierra batida, nuestra tierra, puede quedar para siempre ?desterrada en la Davis.