Xavi llega al Cl¨¢sico en observaci¨®n
Medio a?o despu¨¦s del 0-4. Alguien que conoce muy bien al presidente del Bar?a porque ha pasado buenos y largos ratos con ¨¦l, y que se sabe de memoria al club, me escribi¨® poco despu¨¦s de que terminase la rueda de prensa de ayer previa al Cl¨¢sico: ¡°Xavi sabe que Laporta se f¨ªa poco de ¨¦l¡±. La verdad es que, por un momento, lo pareci¨®, porque result¨® sorprendente que en octubre, y m¨¢s all¨¢ del grav¨ªsimo patinazo que ha pegado en Champions, el t¨¦cnico se empe?ase en repetir varias veces: ¡°El d¨ªa que no lo vea claro me ir¨¦ a casa. No ser¨¦ un problema para el Bar?a¡±. El caso es que Xavi aterriza en el Bernab¨¦u siete meses despu¨¦s en una situaci¨®n parad¨®jica. El cr¨¦dito del 0-4 de marzo necesita m¨¢s monedas en la maquinita. Aquel triunfo demoledor encendi¨® al barcelonismo y anim¨® a Piqu¨¦ a tuitear un ¡°we are back¡± (¡°hemos vuelto¡±) que daba continuidad al ¡°hem tornat¡± que pronunci¨® Laporta en enero. Pero de aquello no queda demasiado ya. Sobre todo de Piqu¨¦. El presidente garantiz¨® respaldo al t¨¦cnico el pasado viernes, pero de Koeman dijo lo mismo antes de visitar el Wanda y se lo carg¨® dos telediarios m¨¢s tarde en Vallecas..., despu¨¦s del Cl¨¢sico.
Confianza. Xavi no est¨¢ en la misma pantalla que Koeman. O eso parece. Aunque no era su entrenador preferido por haberse mojado con la candidatura de V¨ªctor Font y porque un mes antes de ficharlo iba filtrando alegremente que le encantaba la escuela alemana, Tuchel incluido (y hoy sin trabajo), Laporta est¨¢ obligado a creerse a Xavi. O a decidirse r¨¢pido si es que, como hace unos meses, lo ve a¨²n demasiado verde. El Bar?a necesita aclararse sobre si conf¨ªa o no en el entrenador al que ha entregado el proyecto, gane o pierda el Cl¨¢sico de esta noche. Incluso m¨¢s all¨¢ de que levante t¨ªtulos o no. Lo que deben resolver Laporta, Alemany y Jordi Cruyff es si el Bar?a est¨¢ en la direcci¨®n y en las manos correctas. Si es as¨ª, Laporta ya ha demostrado que es capaz de esperar. Lo hizo con Rijkaard, que firm¨® una primera vuelta nefasta en su primera temporada. Sucede que aquel equipo no era el que tiene Xavi ahora. Y las prisas eran distintas. En 2003, nada m¨¢s salir como presidente, baj¨® el list¨®n de los objetivos del club en la primera temporada de su legislatura. En 2022, el mismo Laporta reconoce en la Asamblea que el socio del Bar?a ya no est¨¢ dispuesto a esperar cinco o seis a?os para volver a ganar. De ah¨ª las palancas, Lewandowski, Kound¨¦, Raphinha y los fichajes que se anuncian en invierno. Para ganar ya. Xavi, como el Bar?a, llega al Cl¨¢sico en periodo de ¡°observaci¨®n¡±.