Xavi, al borde de la catarata en el Cl¨¢sico
Regalo. ¡°He estado en tres Cl¨¢sicos en el VAR y no he dirigido ninguno en el campo. ?Que el Comit¨¦ tome nota!¡±, solt¨® de buen humor C¨¦sar Soto Grado en las entra?as del Al Awwal Park de Riad el 13 de enero en la rueda de prensa previa a la final de la Supercopa. La frase pas¨® desapercibida entre preguntas sobre el caso Negreira y los v¨ªdeos de Real Madrid TV, de los que tampoco se ha librado ahora el ¨¢rbitro del Comit¨¦ riojano. Camino de los 44 a?os, Soto Grado dirigir¨¢ hoy un Cl¨¢sico que mira hacia muchos sitios, pero especialmente a Xavi. El entrenador del Bar?a regresa a los banquillos de la Liga despu¨¦s de cumplir dos partidos de sanci¨®n por su expulsi¨®n en el Metropolitano. Lo hace justo despu¨¦s de haberle pegado una patada a una lona de la UEFA y ver la roja tambi¨¦n en el Bar?a-PSG, lo mismo que su entrenador de porteros, Jos¨¦ Ram¨®n de la Fuente. Su segundo entrenador y hermano, ?scar, tambi¨¦n fue amonestado. Los miembros del cuerpo t¨¦cnico del Bar?a se han ganado una fama de Bad Boys estas dos ¨²ltimas temporadas que no le hace bien a la imagen de un club que siempre hace por transmitir buenos valores. No es lo que caracteriz¨® a Xavi durante su carrera como jugador. Seguramente, lo del martes no ten¨ªa que ver ni siquiera con la actuaci¨®n del flojo colegiado Istvan Kovacks, porque el puntapi¨¦ a la almohadilla lleg¨® despu¨¦s de una falta intrascendente a De Jong. Estaba m¨¢s relacionada con la frustraci¨®n de un buen plan que se hab¨ªa ido al infierno.
A c¨¢mara lenta. La eliminaci¨®n a manos del PSG acab¨® con el sue?o de Xavi, que era marcharse por la puerta grande: en una final de Champions como en su etapa de jugador. Su ¨²ltimo partido coincidi¨® con el quinto t¨ªtulo azulgrana en Berl¨ªn. Pero a Xavi, como al Bar?a, s¨®lo le queda ya la Liga, que tiene casi imposible aunque consiga ganar hoy en el Bernab¨¦u, donde le espera un Madrid euf¨®rico despu¨¦s de un ejercicio de resistencia en M¨¢nchester que ha sido reconocido por su gente como una gesta pese a que, por momentos, no le quedasen piernas para achicar agua. El Madrid espera transformar todo ese sufrimiento del Etihad en una noche divertida de f¨²tbol ofensivo que le permita cerrar el campeonato y centrarse en otra eliminatoria de gigantes contra el Bayern. Pase lo que pase, cuentan que ser¨¢ una semana de decisiones en Barcelona, donde Laporta podr¨ªa ponerle fin a la era Xavi, que llega al Bernab¨¦u con el vestuario revuelto. Al borde de la catarata y con pinta de precipitarse sin remedio. El f¨²tbol, sin embargo, siempre abre una puerta a lo insospechado.