William Wallace es del Celtic

El a?orado Luis Aragon¨¦s sac¨® a la palestra al famoso Wallace antes de la final de la Eurocopa 2008. La leyenda de la parroqu¨ªa atl¨¦tica bautiz¨®, para chascarrillo de todos los jugadores, al alem¨¢n Ballack como Wallace. No s¨¦ si se le peg¨® algo de ese esp¨ªritu guerrero a la Selecci¨®n pero acab¨® ganando esa Euro en el Prater. William Wallace fue un guerrero escoc¨¦s, que en plena Edad Media puso en jaque a la todopoderosa Inglaterra. Lo populariz¨® Mel Gibson con ¡®Braveheart¡¯.

Ese esp¨ªritu guerrero mana por las venas de los jugadores del Celtic. El equipo de Glasgow, todo fe, como tiene que ser por sus or¨ªgenes cat¨®licos, nunca hinc¨® la rodilla. Nunca baj¨® los brazos. No lo hizo en Celtic Park donde tuvo contra las cuerdas al Atl¨¦tico, ni tampoco en el Metropolitano, pese a acabar literalmente arrollado. Los escoceses tuvieron que lidiar con todo tipo de emboscadas. Algunas propias (el japon¨¦s Maeda se hizo el Harakiri y se autoexpuls¨® con una entrada sin sentido a Mario Hermoso) y otras del rival. El C¨ªvitas apret¨® como las grandes noches europeas; Griezmann lider¨® el cotarro y Riquelme fue de diablura en diablura.

El destino del Celtic, como el de Wallace, estaba marcado. Sobrevivir con diez jugadores desde el minuto 23 y en el terreno de un gigante como el Atl¨¦tico era acabar en la horca. A¨²n as¨ª pele¨®. Hart defendi¨® con u?as y dientes la retaguardia; Palma amenazaba a Oblak y Rodgers no paraba de sacar jugadores frescos para batalla, pero los golpes segu¨ªan cayendo, hasta seis: Griezmann, luego Morata, otra vez el Principito, se uni¨® Lino, de vuelta el 9 de Espa?a y hasta Sa¨²l. El Celtic se abandon¨® a su fortuna y no se rindi¨®. Como Wallace dijo adi¨®s a Europa como un guerrero.

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