Vitamina Bellingham

Una trama repetida y el resultado de costumbre: el Madrid derrot¨® al Girona en Montilivi, donde el duelo comienza cada temporada con dominio, oportunidades y buen juego del equipo catal¨¢n, antes de girar inevitablemente en direcci¨®n contraria. El Madrid aguant¨® el chaparr¨®n inicial, en medio de dudas sobre su organizaci¨®n en el campo, con el equipo construido alrededor de la brigada ligera -Modric, Arda Guler y Brahim- y el jugador que en estos d¨ªas abandera el equipo: Jude Bellingham. El jugador ingl¨¦s respondi¨® con la entereza de costumbre. Carg¨® con el equipo, marc¨® el primer gol y allan¨® el camino a la victoria.

El Girona mantiene las constantes que le distinguieron en la temporada anterior. Juega con criterio y finura, pero ha perdido a la mayor¨ªa de los jugadores que marcaron las diferencias en el soberbio recorrido del equipo. Se marcharon Dovbik, el m¨¢ximo goleador de la Liga, el fenomenal Savinho, Aleix Garc¨ªa y Eric Garc¨ªa, entre otras bajas de menor calado. Sus sucesores no alcanzan por ahora el mismo techo. Aunque el Girona hace buena letra, responde peor que en la m¨ªtica temporada de su clasificaci¨®n en la Liga de Campeones.

La diversidad de frentes complica el rendimiento del Girona, que no est¨¢ acostumbrado a tanto traj¨ªn. El Madrid, s¨ª. Lo que provoca incertidumbre no es un calendario que no permite un instante para respirar. Desde que comenz¨® el a?o futbol¨ªstico, no termina de garantizar la fiabilidad. Es un equipo que hasta ahora ha provocado m¨¢s debates -el que rodea a Mbapp¨¦ era impensable- que certezas. No le ayuda el rosario de lesiones, ni los abundantes cambios en las alineaciones. A este Real Madrid no se le recita de memoria.

Bellingham ha salido de la zona gris del equipo para acreditar su enorme importancia. Comenz¨® la temporada sin el poder¨ªo de la anterior, inc¨®modo en la posici¨®n de interior derecha que le reserv¨® Ancelotti tras la llegada de Mbapp¨¦. De aquella ubicaci¨®n no se acuerda nadie. Bellingham ejerce en las ¨²ltimas semanas de centrocampista total. Por el camino ha recuperado el olfato de gol, vitamina que redobla su esfuerzo y su liderazgo.

Antes de que el Madrid se impusiera con claridad, Bellingham arrastr¨® al equipo hasta el ¨¢rea del Girona, que desaprovech¨® su superioridad en los 20 primeros minutos del partido. Es un cl¨¢sico en el desarrollo de los partidos que le enfrentan al Madrid en Montilivi. Bellingham decidi¨® que la noche no pod¨ªa seguir por un rumbo parecido al de San Mam¨¦s cuatro d¨ªas antes. Impuso su ley, sin respuesta en las filas del Girona.

Mbapp¨¦, que hab¨ªa pasado de puntillas por el partido, aprovech¨® la crecida del equipo para abandonar su melancol¨ªa. Fue otro jugador -su gol llev¨® la inequ¨ªvoca marca del delantero franc¨¦s- desde el comienzo de la segunda parte, m¨¢s a¨²n despu¨¦s del gol de Arda G¨¹ler, jugador que debe acometer un trabajo fundamental: incorporar sus grandes detalles a un rendimiento constante.

Como ocurri¨® el pasado a?o cuando Bellingham se lesion¨® del hombro en el Bernab¨¦u, la sensaci¨®n de alarma general volvi¨® cuando el ingl¨¦s se tendi¨® en el suelo, con se?ales de sufrir un desgarro muscular. Una lesi¨®n de Bellingham es indigerible en el Madrid. Por lo visto, no le impedir¨¢ jugar en B¨¦rgamo frente al Atalanta, partido de alt¨ªsima dificultad por las numerosas cualidades del equipo italiano y el lastimoso puesto que a estas altura ocupa el Madrid en la Liga de Campeones.

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