Visi¨®n del Cl¨¢sico desde Saturno
Poco antes de empezar el Cl¨¢sico en el Santiago Bernab¨¦u, un comentarista dijo que este partido se ver¨ªa en m¨¢s de 250 pa¨ªses. Como seg¨²n las Naciones Unidas los pa¨ªses reconocidos no llegan a 200 en el Planeta Tierra es de suponer que el comentarista en cuesti¨®n se refiriese a otros cuerpos celestes. Si desde los anillos de Saturno hubiesen contemplado el Madrid-Bar?a con un telescopio se dar¨ªan cuenta de que a los que jugaban de blanco les bastaba con muy poco para hacer peligro en el ¨¢rea de los que iban de blaugrana con un b¨²ho en el pecho. Dos llegadas y dos goles resumen su ADN, velocidad y golpeo frente al tono Blandi Blub de la defensa azulgrana, con Eric Garc¨ªa inmenso en el papel de central m¨¢s blandito que el turr¨®n de Xixona en una tarde de verano. Cuando quiso ponerse duro como el de Alicante pis¨® un pie que no deb¨ªa para que el Madrid sentenciase cuando m¨¢s apuros pasaba ya en el tramo final. No es f¨¢cil la impostura, y menos en el Bernab¨¦u. Ah¨ª se chequean los penaltis en el ¨¢rea visitante con microscopio y se hacen el longuis en el ¨¢rea local, como le sucedi¨® al polaco Robert Lewandowski. Mosqueo general en Saturno cuando dieron la repetici¨®n.
Lo mejor del Bar?a lleg¨® a la heroica y con los cambios. Es de suponer que Xavi sepa apreciarlo tambi¨¦n. Solo hace falta que disponga de la personalidad y el tiempo de Cruyff.