Una Vuelta hasta el final
La Vuelta a Espa?a 2024 acaba igual que empieza, con una contrarreloj individual corta de 12 kil¨®metros en una capital, Lisboa, y con otra crono un poco menos corta de 21 km en la otra capital ib¨¦rica, Madrid. Entre medias habr¨¢ un apasionante viaje de 3.261 kil¨®metros que intenta aglutinar todos los ingredientes de la historia reciente de la carrera: innovaci¨®n y tradici¨®n, en un terreno exigente y variado. Hubo un tiempo en el que las localidades espa?olas, de norte a sur, quer¨ªan tener una subida atractiva o un muro que ofrecerle a La Vuelta para albergar una etapa. Sigue siendo un poco as¨ª, porque esta 79? edici¨®n exhibe nueve llegadas en alto, algunas de ellas tan atractivas como Ancares, el Cuitu Negro, los Lagos y el Pic¨®n Blanco, y otras de car¨¢cter unipuerto como Manzaneda y Moncalvillo, pero tambi¨¦n acoge trazados donde los puertos no son el final de la excursi¨®n, sino la lanzadera hacia la meta. Esto ocurre sobre todo en el trayecto a Granada, con El Purche y dos ascensiones a Hazallanas, pero tambi¨¦n, aunque en menor medida, en Baiona y Villablino. A?adan ustedes algunas dosis de media monta?a, especialmente por Andaluc¨ªa, Galicia y ?lava, y ya disponen de un recorrido bastante apa?ado, y bastante duro, con diferentes posibilidades de alternar estrategias.
La sorpresa final de cada a?o se ha convertido para el venidero 2024 en una doble sorpresa. Por un lado, la traca de monta?a en torno a Espinosa de los Monteros, que ped¨ªa a gritos un perfil de estas caracter¨ªsticas camino del Pic¨®n Blanco. Y, por otro, si todav¨ªa hubiera algo por decidir en la clasificaci¨®n, se disputa una contrarreloj de cierre en Madrid, el mismo desenlace que el Tour de Francia ha instalado en Niza. El pr¨®ximo a?o no habr¨¢ relax hasta la ¨²ltima meta. Y no entiendan lo de la meta como un t¨®pico. Habr¨¢ mucha Vuelta¡ hasta el final.
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