Un t¨®tem en la pista y en las calles
Bill Russell falleci¨® este domingo a los 88 a?os. Fue una de las primeras grandes estrellas de la NBA y un referente en la lucha por los derechos civiles.

Han pasado m¨¢s de 50 a?os desde que Bill Russell, fallecido este jueves, se retir¨® de las canchas, despu¨¦s de capitanear a los fabulosos Celtics, de los que fue pieza esencial en los 11 t¨ªtulos que gan¨® el equipo de Boston en los a?os 50 y 60, la primera edad de oro de la NBA, periodo fascinante que reuni¨® a estrellas del calibre de Oscar Robertson, Jerry West, Elgin Baylor, Bob Cousy, John Havlicek, Hal Greer y Walt Bellamy, defini¨® la rivalidad hist¨®rica ?Celtics-Lakers y fue presidida por las legendarias batallas bajo los aros de Wilt Chamberlain y Russell, dos colosos de cualidades radicalmente diferentes que transformaron la manera de jugar al baloncesto.
Nacido en Lusiana, en el profundo sur segregador, Russell vivi¨® su infancia y adolescencia en Detroit y Oakland. Atleta natural (figur¨® entre los 10 mejores saltadores de altura norteamericanos), destac¨® por su altura, movilidad y rapidez en el instituto, aunque todas esas cualidades obraron en su contra. Reconocido como el mejor defensor que ha visto el baloncesto, Russell percuti¨® en su desarrollo como jugador con unas ideas imperantes en los a?os 50. Los entrenadores predicaban la inmovilidad en los p¨ªvots. Ni pod¨ªan saltar, ni correr, exactamente lo contrario de las cualidades que atesoraba Russell. Mucho tiempo despu¨¦s, reflexionando sobre su trascendencia, declar¨®: ¡°Mi impacto en el baloncesto consisti¨® en transformar un deporte hasta entonces horizontal en uno vertical¡±.
Cuando termin¨® su etapa en el instituto s¨®lo recibi¨® una beca para jugar en el ciclo universitario. Se enrol¨® en el equipo de la Universidad de San Francisco, perteneciente a los Jesuitas, y su impacto fue inmediato. Gan¨® el torneo universitario en 1955 y 1956. Seleccionado por los Celtics, se enrol¨® en el equipo despu¨¦s de ganar la medalla de oro en los Juegos de Melbourne de 1956. En ese momento comenz¨® el despegue del equipo de Boston y la m¨ªstica que le acompa?¨® en la siguiente d¨¦cada.
Bill Russell, 2,05 metros, zurdo, soberbio defensor, reboteador y taponador incomparable en una ¨¦poca donde no se contabilizaban los tapones, defini¨® su carrera por su obsesiva dedicaci¨®n a proteger el aro. Con una media de 15,1 puntos por partido, no se le conoc¨ªa como una potencia ofensiva, aunque por debajo de sus cifras discurr¨ªa el caudal verdadero de Russell en el ataque: corr¨ªa como un galgo, era un eficaz pasador y consegu¨ªa que a su alrededor fluyera el juego. Aparcaba el ego en beneficio del rendimiento del equipo, se?a de identidad de aquellos Celtics de Bob Cousy, Sam Jones, KC Jones, John Havlicek y Bailey Howell.
Con los Celtics gan¨® nueve t¨ªtulos como jugador. Enfrente su n¨¦mesis durante toda la trayectoria: Wilt Chamberlain, el goliath del ataque. Chamberlain (2,13 metros) era la m¨¢quina ofensiva mejor dise?ada del baloncesto. En 1962, anot¨® 100 puntos en un partido, haza?a nunca repetida en la NBA. Pod¨ªa promediar 50 puntos por temporada y atrapar 30 rebotes de media. La NBA vend¨ªa m¨¢s entradas con Chamberlain que con nadie y sus duelos con Russell se convert¨ªan inevitablemente en un acontecimiento.
Chamberlain (San Francisco Warriors, Philadelphia Sixers y Los ?ngeles Lakers) encontr¨® en Russell un muro casi infranqueable, el ¨²nico p¨ªvot capaz de detenerle. Frente a los nueve t¨ªtulos del p¨ªvot de los Celtics, Chamberlain s¨®lo logr¨® uno en los a?os 60, el que consigui¨® con los Sixers en 1967, despu¨¦s de ocho a?os sucesivos de anillos para los bostonianos. Regresar¨ªa inmediatamente al ¨¦xito: tres t¨ªtulos m¨¢s, dos de ellos como entrenador-jugador. Ning¨²n jugador ha cosechado m¨¢s laureles que Russell.
En las ant¨ªpodas de Chamberlain, tanto en sus caracter¨ªsticas como jugador como en su estilo de vida, Bill Russell frustr¨® al gigante y a todos los p¨ªvots que encontr¨® por el camino. Todo ello en una ¨¦poca de poderosas turbulencias sociopol¨ªticas en Estados Unidos, de las que Russell nunca permaneci¨® al margen. Su participaci¨®n en la lucha por los derechos civiles de la comunidad afroamericana fue visible desde los primeros a?os 60. Particip¨® en numerosas marchas de protesta contra el racismo, mantuvo una relaci¨®n de cercan¨ªa con Martin Luther King y siempre se mostr¨® dispuesto a expresar sus opiniones, en contra de los r¨ªgidos c¨®digos que imperaban en el deporte, donde un atleta s¨®lo pod¨ªa hablar a trav¨¦s de sus habilidades en la pista. Esa actitud c¨ªvica la mantuvo hasta el final de sus d¨ªas, reconocido como una de las figuras m¨¢s importantes del baloncesto (el trofeo al mejor jugador de las finales lleva su nombre) y un referente social de primer grado.