Un Peaky Blinder en la corte del Real Madrid
De cr¨ªo ten¨ªa dos sue?os recurrentes: una velada nocturna para m¨ª solo en la secci¨®n de juguetes del Corte Ingl¨¦s (igual que ?lex de la Iglesia, que lo clav¨® en Crimen Ferpecto); y otro, colarme en el campo de la carretera de Sarri¨¤ y pasarme all¨ª la noche chutando a porter¨ªa (no s¨¦ qui¨¦n me iba a encender los focos, pero as¨ª son los sue?os infantiles).
En un cap¨ªtulo genial, aunque aparentemente poco futbolero, de la serie Ted Lasso seguimos a Beard, segundo entrenador del Richmond, en una aventura al estilo ?Jo, qu¨¦ noche! Tras una derrota por goleada en la semifinal de copa contra el Manchester City, el barbudo coach inicia un descenso a los infiernos acompa?ado de los mismos hinchas que le putean, d¨ªa s¨ª, d¨ªa tambi¨¦n, hasta en la puerta de casa. Sinti¨¦ndose en deuda con ellos por el fracaso del equipo que adoran les concede su deseo m¨¢s ¨ªntimo, y les invita a una fiesta en un club secreto, de esos de callej¨®n y santo y se?a, donde coronar una noche inolvidable que hab¨ªa comenzado de la peor manera en Wembley. El ansia con que atraviesan l¨®bregos pasadizos les lleva en volandas hasta una escalinata final: hay luz al final del t¨²nel. El misterioso regalo es disfrutar de la hierba de Nelson Road, el estadio de su equipo. El sue?o cumplido del hincha brit¨¢nico. Por eso, y porque siempre ser¨¢n los inventores del f¨²tbol, seguimos admirando su forma de amar este deporte.
El ingl¨¦s Jude Bellingham vino desde el f¨²tbol alem¨¢n cuando todo el mundo esperaba un fichaje franc¨¦s. Muchos no repararon en este Adonis hasta que no le vieron celebrar los goles ante la grada rival. Una extra?a conjunci¨®n de fuerza, habilidad y car¨¢cter, y tres chicharros en dos partidos, con apenas veinte a?os cumplidos al principio del que iba a ser el verano de Mbapp¨¦, han rubricado su impronta. Nacido cerca del ¨¢rea urbana de la industrial Birmingham, ciudad en la que debut¨® en el f¨²tbol profesional, la elegancia natural en el campo de este Peaky Blinder sin gorra nos hace sentir que juega como si cumpliera su sue?o. Ponga siempre un brit¨¢nico en su equipo.