Un Madrid sin br¨²jula
El Real Madrid de baloncesto tuvo el mejor arranque posible de temporada, con una victoria sobre el Bar?a, el eterno rival, en las semifinales de la Supercopa, pero bast¨® un d¨ªa para cambiar la tendencia, al perder la final ante el Unicaja. Todav¨ªa no se percibi¨® como una derrota preocupante, porque el equipo de M¨¢laga es actualmente uno de los m¨¢s fuertes del pa¨ªs, quiz¨¢ el m¨¢s fuerte, y el curso solo acababa de empezar. La alarma ha comenzado a sonar en los partidos siguientes, cada vez con decibelios m¨¢s ensordecedores. El Madrid perdi¨® este domingo en su visita al Bilbao, un tropiezo que por s¨ª mismo no significar¨ªa nada, si no fuera porque los blancos arrastran cuatro tropiezos en siete encuentros, dos de tres en la ACB, tres salidas perdidas en la Liga y la Euroliga. En la campa?a pasada tuvieron que pasar cuatro meses y 41 partidos para que alcanzara su cuarto resbal¨®n. La diferencia es tremenda.
Obviamente, la adaptaci¨®n de los nuevos, y la a?oranza de los viejos, est¨¢ en el fondo del asunto. Ninguno de los fichajes entrantes mejora a las bajas salientes. El Madrid era un equipo acostumbrado a no mover mucho los pilares de su plantilla. Y ahora es m¨¢s sensible al se¨ªsmo. Para colmo, dos de esos refuerzos est¨¢n lesionados, Usman Garuba y Andr¨¦s Feliz. El caso de este ¨²ltimo, que puede irse a un par de meses, merece especial estudio, porque el puesto de base es uno de los m¨¢s delicados. Cuando todav¨ªa no se ha cubierto la marcha de Guerschon Yabusele, que tambi¨¦n dej¨® un buen agujero sin planificar, empieza a surgir la necesidad de fichar en la direcci¨®n. La brecha, dec¨ªamos, est¨¢ en la adaptaci¨®n y el acople. Es cuesti¨®n de tiempo. El problema es cuando empiezan a brotar las prisas, la ansiedad, el nerviosismo, los malos rollos¡ La cr¨ªtica de Mario Hezonja en el descanso de Miribilla es una prueba de ello. Y ese no es el camino para resurgir. Ni para construir.