Un d¨ªa sentir¨¢n verg¨¹enza
Imag¨ªnate ser futbolista profesional y poder disfrutarlo sin preocuparte por nada m¨¢s. Tienes entrenadores competentes, una estructura que te cuida y que incluye fisios, m¨¦dicos, nutricionistas, analistas, viajas c¨®modamente, se hacen las convocatorias en tiempo y forma adecuadas y ni siquiera tienes que pelearte para que tu voz se escuche, para que te atiendan, porque no hay nada de lo que quejarse. Todo est¨¢ dise?ado, pensado, organizado, para que puedas desarrollarte, evolucionar, competir, en las mejores condiciones posibles. Alg¨²n d¨ªa -ojal¨¢ pronto- ellas, las siguientes generaciones de futbolistas, se lo agradecer¨¢n a las de ahora, las que est¨¢n poniendo el cuerpo y la voz para que as¨ª sea, las que est¨¢n haciendo tambalear una de las trincheras m¨¢s blindadas del machismo, el f¨²tbol, exigiendo un cambio urgente, justo y necesario.
Alg¨²n d¨ªa a todos los que hoy siguen diciendo que ellas, las futbolistas, est¨¢n da?ando la imagen de la marca Espa?a y poniendo en riesgo el Mundial 2030 -que es lo ¨²nico que les preocupa, no su salud ni desgaste f¨ªsico y mental- les dar¨¢ mucha verg¨¹enza porque comprender¨¢n que han sido c¨®mplices de un sistema t¨®xico. Tambi¨¦n los que han callado o mirado hacia otro lado porque disfrutan de sus privilegios y no se dan por aludidos. Los de ni machismo, ni feminismo. Esos. Los que no se han enterado, porque no se quieren enterar, de lo dif¨ªcil que ha debido ser para jugadoras tan imponentes como Mapi Le¨®n y Patri Guijarro perderse un Mundial para defenderse no s¨®lo a s¨ª mismas, sino a las que vendr¨¢n. Los que no escucharon el discurso de Alexia Putellas en el Parlament. Los que siguen trat¨¢ndolas con condescendencia. Y, sobre todo, los que las han querido humillar para darles una lecci¨®n, para someterlas, para romperlas, para que aprendan de una vez la lecci¨®n de qui¨¦n manda aqu¨ª y dejen de estar tan subiditas, qu¨¦ se han cre¨ªdo, ni?atas. Y ser¨¢ gracias a ellas, a las de ahora, que ya son m¨ªticas, referentes y no s¨®lo por ganar un Mundial, por hacer bien su trabajo pese a todos ellos. Ser¨¢.