Un club sin discurso
El Bar?a puede jugar mejor o peor, pero esa es una cuesti¨®n que se arregla con el tiempo y m¨¢s en el caso del club blaugrana, que tiene una generaci¨®n de jugadores que ya la quisiera cualquier equipo. El problema actual del Bar?a es el discurso. O mejor dicho, la falta de argumentario que contrasta con el poder¨ªo de sus j¨®venes.
Al nuevo entrenador, Hansi Flick, se le escondi¨® durante dos meses antes de ser presentado y en la gira por los Estados Unidos el club no concedi¨® ni una entrevista a los medios desplazados. Dani Olmo y Pau V¨ªctor cambiaron la habitual presentaci¨®n oficial ante los medios por sendas intervenciones desde el c¨¦sped el d¨ªa del Gamper micr¨®fono en mano y el presidente, que supuestamente es el m¨¢s dotado para enfrentarse a la prensa, lleva tiempo parapetado en actos sin preguntas. Aqu¨ª no hay preguntas.
Y preguntas, hay muchas que hacer. M¨¢s all¨¢ de la derrota ante el M¨®naco en un amistoso, que es tan relevante o tan poco importante como los triunfos de la gira, las inc¨®gnitas del club blaugrana giran en torno al l¨ªmite salarial, la operaci¨®n con Aramark para cubrir el impago de Libero, las bajas de una plantilla mal estructurada, el futuro de Vitor Roque, la propaganda insensata respecto a la posibilidad de fichar a Nico Williams o si se llegar¨¢ a la primera jornada de Liga en Mestalla con los supuestos titulares que necesita Flick ya inscritos. Muchas dudas ante las que el club mantiene un silencio inquietante evitando cualquier pronunciamiento. Todo se basa en filtraciones a los sospechosos habituales que construyen castillos de naipes que esperan que el socio compre. Pero el lunes, en el Gamper, torneo que se supone festivo, empezaron a escucharse ya los primeros pitos. Y m¨¢s all¨¢ de proyectos que parecen dif¨ªciles de completar, como ser¨ªa la bomba de humo recurrente y que ya aburre del fichaje de Nico Williams, hace falta que alguien explique una hoja de ruta. Si es que esa existe.