Un borr¨®n impropio de Espa?a
El f¨²tbol no perdona ni al que juega mal ni al que anda escaso de fuerzas. La Espa?a Ol¨ªmpica est¨¢ as¨ª: ni tiene claro el plan ni posee energ¨ªa como para ejecutarlo. La discret¨ªsima fase de grupos concluye con un segundo puesto y tres malos partidos. El de Egipto, un rival serio y correoso, supuso la decepci¨®n may¨²scula de verse apeado del liderato y tener que enfrentarse a Jap¨®n en cuartos en vez de a otras de ese grupo -el m¨¢s flojo de todos-. Un peque?o castigo en la ruta hacia las medallas.
Hay muchos argumentos que justifican esta decepci¨®n. El f¨ªsico es uno, sin duda, pues la ¨¦poca de la temporada en la que se disputa el torneo va contra la naturaleza del calendario en Espa?a. M¨¢s que unos Juegos, los futbolistas parecen estar de pretemporada. Otro matiz importante es la autosuficiencia. Errores como lo de Miguel Guti¨¦rrez y Pacheco ante los egipcios solo se conciben desde el exceso de confianza. Espa?a no est¨¢ para creerse superior a nadie.
Afortunadamente, La Rojita sigue con vida y recuperar¨¢ piernas fresca en cuartos. Espera un rival duro como el japon¨¦s, al que Espa?a ya gan¨® en semifinales de los ¨²ltimos Juegos en Tokio. O cambian mucho las cosas, o tocar¨¢ sufrir. Es lo que deja la cornada recibida en un ¨²ltimo encuentro en el que fall¨® todo, desde el banquillo hasta el c¨¦sped. Esto es f¨²tbol y los regalos se pagan.