Un adi¨®s agridulce de Mbapp¨¦
En ning¨²n deporte de ¨¦lite, menos en el f¨²tbol, se puede cometer el error de dar la impresi¨®n de que una parte, por muy importante que ¨¦sta sea, est¨¢ por encima de la instituci¨®n. El PSG, m¨¢s bien Qatar, hizo lo imposible por renovar a Mbapp¨¦ en 2022, inmiscuy¨¦ndose incluso Emmanuel Macron, tratando el contrato de un jugador como si fuera una Cuesti¨®n de Estado, que en realidad la era, por lo que el club dej¨® de funcionar con total normalidad
Al Khela?fi gan¨® tiempo con una serie de promesas que terminaron por romper la relaci¨®n con el delantero. Pidi¨® mucho y le trajeron a futbolistas que, seg¨²n dec¨ªa en privado, no eran a lo que se hab¨ªa comprometido el presidente qatar¨ª. La relaci¨®n entre ambos se enfri¨® completamente. A los dos meses de renovar, Mbapp¨¦ ya hab¨ªa enviado una carta comunicando que no renovar¨ªa hasta 2025, algo que se confirm¨® un a?o despu¨¦s.
Mbapp¨¦ ha sido el mejor jugador de la historia del PSG, el m¨¢ximo goleador, una bestia que no ha entendido de estad¨ªsticas. Pero en el f¨²tbol, que es un deporte colectivo, la codicia y el dinero son muy traicioneros. El franc¨¦s, despu¨¦s de ser apartado el ¨²ltimo verano, ha acabado exhausto, m¨¢s si cabe en un a?o en el que Luis Enrique, tras saber que se iba, le empez¨® a quitar minutos.
El capit¨¢n de la selecci¨®n francesa abandona Par¨ªs sin la joya de la corona, la competici¨®n por la que se le fich¨® en 2017 por 180 millones, la Champions League, en la que ha hecho lo imposible, pero no ha sido suficiente para lograrla, porque el f¨²tbol le ha ense?ado que es un deporte colectivo, no individual, el principal problema del Paris Saint Germain como proyecto durante sus siete a?os en la capital francesa.